Resulta interesante reflexionar acerca del entorno laboral que experimentamos en las empresas en cuestión de buenas prácticas laborales para lograr los resultados esperados. Algunas de nuestras preocupaciones constantes las enfatizamos en el cumplimiento del contrato de trabajo, de pagar las prestaciones sociales, y garantizar a nuestros colaboradores los elementos necesarios para el desarrollo de sus actividades entre otros.

Sin embargo, es necesario conocer que las buenas prácticas laborales abarcan un entorno que supera las características que integran un trabajo formal y que deben ser estratégicamente pensadas.

Integrar políticas de bienestar que mejoren el ambiente laboral favorece positivamente el incremento de la productividad de los colaboradores y por ende se ve reflejada en la competitividad y los resultados de la organización.

Debemos ir más allá de cumplir con los reglamentos exigidos por ley y acercarnos face to face al principal motor de la empresa “el capital humano”, debemos pensar en cómo gestionar una estrategia que motive a nuestra gente, que la haga sentir óptima en su lugar de trabajo y que lleve una vida armónica entre su entorno laboral, personal y familiar. Una buena práctica consiste en conocer a nuestro colaborador, saber qué le gusta, qué lo mueve, qué lo incentiva, qué necesita de nosotros para desarrollarse a nivel personal y profesional, qué tipos de flexibilización necesita para rendir en sus trabajo y por supuesto una comunicación cercana, clara y retroalimentada también es clave para aproximarnos a las necesidades de nuestros talentos y conseguir como organización los resultados esperados.

El entorno laboral podemos construirlo gestionando estratégicamente a nuestra gente a través de principios y valores, innovando con políticas en nuestras empresas que contribuyan al desarrollo social, económico y productivo del país, generando oportunidades y equilibrando la balanza para la construcción de escenarios más justos y equitativos que prosperen en la competitividad de la persona la empresa y el país.

Solo a través de una concientización de cultura organizacional lograremos potencializar talentos y negocios, en este sentido pensaría que desde nuestras organizaciones debemos replantear y pensar si la relación actual que llevamos con nuestros colaboradores está comprometida emocionalmente, si sabemos cómo líderes, cuál es la relación real con nuestra gente y si somos nosotros el modelo a seguir en cuanto a creencias, prácticas y valores.

Es necesario reflexionar sobre las acciones que hemos hecho y estamos ejecutando dentro de nuestra organización y si es inicialmente desde nosotros como líderes que debemos crear un entorno laboral saludable y que genere una cultura de compromiso que nos permita comprometer las emociones de nuestros colaboradores para así alcanzar el éxito y la sostenibilidad del negocio mediante un trabajo conjunto, justo y equitativo. Debemos desarrollar iniciativas en las que sea un Gana Gana y que haya una balanza equilibrada.

Juan Carlos Álvarez Echeverri

Presidente de la Junta Directiva de ACRIP Bogotá y Cundinamarca

Tomado de: https://www.portafolio.co/opinion/practicas-laborales-traves-la-gestion-estrategica