“Los trabajadores de las fincas solo quieren emplearse a destajo, no les interesa formalizarse laboralmente como cualquier otro; no quieren saber de salarios, prestaciones, vacaciones o las ventajas que les ofrezco para trabajar”.

“¿La razón? La gente, que recibe regularmente subsidios gubernamentales, está en la posición más cómoda para vivir; por tanto, creo que la condición de pobreza es un buen negocio”.

El testimonio es del empresario del campo Luis Fernando Jaramillo, quien tiene sus explotaciones agrícolas en el Valle del Cauca y el Meta.

“El Gobierno nos exige que formalicemos a los trabajadores y soy el primero en aplaudir esa iniciativa, ofrezco buenas condiciones laborales a los posibles trabajadores, pero, por el otro lado, el Gobierno les ofrece atractivos subsidios que los atan a la informalidad”, dijo.

El mismo empresario, durante el pasado congreso de Fedepalma le expuso este tema al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, quien, precisamente, anunciaba la intención de revisar el programa de subsidios para los productores del agro, que para este año suman más de un billón de pesos. Otro billón ya está presupuestado para el sector cafetero para el pago del subsidio PIC.

En entrevista con EL TIEMPO, Lizarralde indicó que se está haciendo necesario revisar los programas de subsidios gubernamentales que benefician a las familias del sector rural.

También, reconoció la necesidad de hacer análisis más profundos acerca de la denuncia del empresario.

Por su parte, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, anotó que los empresarios del sector que representa también tienen los mismos problemas.

“Junto con el Ministro del Trabajo comenzamos a diseñar estrategias para formalizar laboralmente la mano de obra de las fincas; incluso, propusimos hacerlo junto con el programa de vacunación antiaftosa para así llegar a todas las fincas del país. Todo quedó en proyectos”, dijo Lafaurie.

El dirigente gremial también reclamó del Gobierno, para lograr este propósito, por algunas medidas tributarias que resultan en talanqueras para los empresarios y los trabajadores rurales.

Por su parte, Gabriel Vallejo, director del Departamento de la Prosperidad Social (DPS), indicó que el fin de los subsidios que se entregan en el sector rural no es el de perpetuarlos en la pobreza.

“Por el contrario, sacarlos de esta, no solo con las ayudas económicas, sino también con proyectos productivos, bien sea en manualidades o con los productos que puedan obtener de sus pequeñas parcelas.

“Tenga en cuenta que Colombia tiene seis millones de personas desplazadas a las que debemos atender”, dijo Vallejo.

Vale la pena destacar que una familia rural colombiana puede recibir hasta cinco tipos de subsidios de parte del Estado, relacionados con los hijos menores de edad (por salud y educación), con las madres de familia que quieran sacar adelante proyectos productivos microempresariales, con las mismas familias para financiar planes de seguridad alimentaria (siembra de parcelas) y otros para la puesta en marcha de microempresas.

Por último, acerca de los subsidios a la producción agropecuaria, el Ministro de Agricultura indicó que la idea es desmontar los que representan solo gastos para la Nación y no se ven reflejados en mayor producción y productividad, además de que favorecen a pocos productores.

 

‘Las ayudas deben revisarse’

 

 

¿Qué haría por remediar esta situación?

Debe aclararse que estoy de acuerdo con los subsidios que generan valor y en desacuerdo con los que no generan valor.

Debe revisarse esos subsidios que reciben las familias. El de educación es excelente; otros han sido ‘perversos’.



¿Qué falta?

No hay un incentivo para que las familias, a través del sector productivo, trabajen con mayor eficiencia, todo el año y contribuyan a la merma de la pobreza extrema de manera efectiva. En esto estamos patinando.



¿Deben evaluarse?

Es necesario. Seguramente habrá que dejar unos, eliminar otros o cambiarlos por algunos que lleve a los campesinos a recibirlos, en función de la producción.



¿Es rentable ser pobre?

No lo es para el país y puede acomodar a alguna gente a vivir en esa pobreza, es decir con la ley del menor esfuerzo.



¿Revisará el Gobierno el tema de los subsidios?

Debe hacerse y así lo dejaremos conceptuado en la llamada Misión Rural.



¿Los del agro, también?

Deben evaluarse los cultivos y los que estén muy bajos de producción y productividad, hacerse reconversión, acompañada de bienes públicos, educación y comercialización.

JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
ECONOMÍA Y NEGOCIOS

Tomado de: https://www.eltiempo.com/economia/sectores/razones-por-las-que-los-trabajadores-del-agro-no-se-quieren-formalizar/14174969