Dentro de cinco o seis meses, todos los taxistas de Bogotá y el país –o al menos la mayoría de ellos– deberán contar con una afiliación a seguridad social: salud, pensiones y riesgos laborales.

 

 

Es un sueño cumplido para un gremio cuyos miembros se accidentan y son atracados sin que nadie les responda por el riesgo que asumen al llevar extraños por las vías de la ciudad. Pero ni los empresarios ni los conductores saben de dónde saldrá la plata para cumplir con esta obligación, ni quién debe afiliar a los conductores.

 

 

De acuerdo con el estudio ‘¡Taxi! El modo olvidado de la movilidad en Bogotá’ de la Universidad de los Andes, en Bogotá hay unos 60.000 conductores, que deben aportar cada uno $ 230.000 mensuales en seguridad social. Pero se requieren para cumplir la ley aproximadamente $ 1.400 millones mensuales.

 

 

Por ahora, Ernesto Sandoval, vocero del gremio amarillo en Fenalco Bogotá, asegura que no hay más remedio que incrementar la tarifa, y que en diálogos con la Alcaldía se ha hablado de 300 pesos, que deberían regir a partir de septiembre y con los que además se pagarían otros costos asociados al servicio.

 

 

“Normalmente le suben 100 pesos, pero siempre ha sido una decisión política que nada tiene que ver con la realidad del sector. Bogotá tiene un atraso tarifario frente a otras ciudades del país”, dijo.

 

 

No obstante, el Distrito aún no ha expedido el decreto que establece las nuevas tarifas y tampoco ha confirmado de cuánto será el incremento de 2015. Es más, el alcalde Gustavo Petro tiene hasta el 31 de diciembre para firmar el nuevo decreto.

 

 

Lo cierto es que el estudio de tarifa técnica –la que paga el funcionamiento de cada taxi– hecho por la Secretaría de Movilidad establece que cada unidad, que hoy cuesta 72 pesos, debe aumentar 5,7 pesos. Así, la tarifa mínima, que consta de 50 unidades, subiría 285 pesos, a menos que el Distrito piense distinto. Vale aclarar que el valor se estableció, según la Secretaría, en respuesta al decreto 1047 de 2014, que obliga al pago de seguridad social.

 

 

La polémica está en que, según la resolución 4350 de 1998, esa tarifa técnica debe incluir las prestaciones sociales. “Sí existe y hasta hoy no se han afiliado, es decir que esa plata se ha ido a las ganancias de los propietarios y de los conductores”, dijo Jorge Acevedo, autor del estudio sobre el sector, de la Universidad de los Andes.

 

 

De hecho, el viceministro de Trabajo, Juan Carlos Cortés, aseguró que en esa norma “no está contemplado como ‘seguridad social’, sino como ‘prestaciones sociales’, y eso hace que la situación en el país no sea uniforme”. De ahí, la importancia de estandarizar esos pagos.

 

 

Los dolientes

 

 

El Ministerio de Trabajo es el que debe velar por que los conductores hagan sus aportes. Para esto se fijó una meta de cinco o seis meses para afiliar a la mayoría.

 

 

El viceministro Cortés asegura que es un proceso gradual y que ya se dio el primer paso, con la creación de la planilla integrada para liquidación de aportes (Pila) para identificar a estos conductores. “Ahora, el Ministerio de Telecomunicaciones tiene seis meses para crear el registro único que pueda ser consultado por propietarios. El resto depende la Alcaldía de Bogotá”, explicó.

 

 

Cortés también explicó que las afiliaciones deben hacerlas las empresas de taxi solo si hay un contrato laboral de por medio. Si no, la hacen los conductores, para que coticen como independientes. Aquí es donde unos y otros se tiran la pelota.

 

 

“Obvio que los que deben pagar esas afiliaciones son los propietarios de los taxis. Ellos son los que perciben las ganancias, no las empresas”, dijo Uldarico Peña, gerente de Taxis Libres.

 

 

Para Ernesto Sandoval, de Teleclub y Fenalco Bogotá, “el decreto no dice cómo se debe pagar. Se asume que deben ser los conductores, como independientes. Pero antes que huirle al tema, las empresas tenemos que responsabilizarnos, para salvar el sector, porque hoy los usuarios tienen aversión contra el servicio”.

 

 

En lo que todos están de acuerdo es en que la plata debe salir de los usuarios, pues es la única fuente de ingresos del sector. Así lo explica Acevedo: “Es un costo adicional que debería asumir el dueño del taxi o el taxista, dependiendo de cómo lo estipule la norma, pero no puede salir de las ganancias de los conductores. Es la única manera de recuperar el dinero que pagan los taxistas”.

 

 

Taxistas mal pagos vs. usuarios inconformes

 

 

Un taxista promedio no gana más de 1’300.00 mensuales por trabajar casi 14 horas diarias. Pese a que por sus manos pasa mucho más dinero, su ganancia se reduce pues debe pagar el alquiler del taxi (si no es el propietario del vehículo), lo que cuesta unos 65.000 pesos diarios.

 

 

También se encarga del combustible, de lavar el carro, de arreglar las llantas que se le pinchen y de pagarle un ahorro al dueño, unos 3.000 pesos diarios que se usan para posibles costos de mantenimiento.

 

 

De sus bolsillos también sale el pago del plan de celular para poder ser parte de una aplicación móvil en la que pueda ofrecer sus servicios, o de la radio frecuencia, que cuesta cerca de 50.000 pesos mensuales.

 

 

Si se estrellan y quedan heridos, los gastos médicos corren por su cuenta, y en muchos casos pueden salirles muy caro, ya que no cuentan con afiliación al sistema de salud o a una aseguradora de riesgos profesionales. Al envejecer tampoco tendrán derecho a una pensión.

 

 

Esto, según Jorge Acevedo, investigador de la Universidad de los Andes, explica la calidad deficiente del servicio. “Los conductores son el eslabón más débil en la cadena del negocio. Se parten el alma trabajando 14 horas”, dice.



No obstante, los pasajeros consideran que la tarifa debe corresponder con la calidad del servicio.

 

 

Para @SuperChachi1, usuario de Twitter, las empresas deberían pagar la seguridad social, pues “son sus trabajadores y además son las que obtienen los beneficios”; pero @Raffyfer considera que debe ser el taxista: “Soy independiente, ¿quién va a pagar mi seguridad social? ¿Mis clientes?”

 

 

Pero @alonsoleon07, taxista tuitero, considera que los usuarios deberían ayudar al gremio; “ellos son los que más se benefician con nuestra labor”, recalcó.

 

 

Natalia Gómez Carvajal
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Tomadom de: https://www.eltiempo.com/bogota/seguridad-social-para-taxistas-polemica/14470938