(La República) Muchos conflictos se pueden solucionar por la vía legal

Tener una empresa familiar es el sueño de todo padre. Lograr que sus hijos y nietos puedan tener una unidad productiva, que represente los valores y principios del clan, así como un ingreso económico que asegure la estabilidad de todos los miembros es el objetivo. Sin embargo, en muchos casos estas organizaciones no tienen éxito y resulta más complicado hacer negocios con un hermano.

Empresas familiares de talla mundial han fracasado o entrado en crisis por las malas relaciones dentro del núcleo familiar. Es el caso de Ferdinand Porsche, fundador de Volkswagen y sus dos nietos, quienes pelearon por ser la cabeza de la empresa.

Para Ana María Correa Echeverri, abogada de BTG Pactual los problemas más comunes entre accionistas de compañías familiares ocurren cuando se generan cambios en los inversionistas iniciales. Es decir, cuando se dan cambios de generación o entran terceros a la sociedad familiar.

“Muchos de estos conflictos se pueden solucionar por la vía legal mediante acuerdos de accionistas, protocolos de familias y reformas estatutarias. Estas figuras pueden ser utilizadas por los accionistas de las empresas familiares como un mecanismo disuasivo que permita evitar el conflicto o que permita solucionarlo bajo unas normas claras y conocidas previamente por todos”, explicó Correa.

Sin embargo, estos mecanismos legales pueden llegar a ser insuficientes cuando se tienen empresas con accionistas de diferentes generaciones. En estos casos es difícil alinear la visión de la compañía con la visión de cada una de las generaciones.

Obtenido de: La República