Colombia es un país de pymes. Las pequeñas y medianas empresas nacionales aportan cerca del 38,7 por ciento del producto interno bruto y un 30,5 por ciento del empleo.
En términos de generación de valor agregado, este grupo de compañías contribuye en cerca del 38,7 por ciento del total nacional de dicho indicador.
Alrededor del 96 por ciento de las compañías que operan en Colombia figuran en el rango de pequeñas y medianas sociedades, por lo que las políticas diseñadas por el Gobierno están enfocadas a impulsar su modernización, la productividad y la sostenibilidad de las mismas.
Según los resultados de la última encuesta del Centro de Estudios Económicos (Anif), las expectativas de los pequeños y medianos empresarios son favorables para este año, e incluso superan las del 2011, lo que permite prever que la actividad productiva mantendrá la dinámica observada un año atrás.
El informe destaca, además, que buena parte de las pequeñas y medianas empresas ha aprovechado las expectativas favorables de la economía y la revaluación, para modernizar sus equipos y mejorar la productividad, de tal manera que les permita ser más competitivas en el mercado.
Muchos de ellos están preparándose para aprovechar las oportunidades que generarán los tratados de libre comercio en vigencia y los que se encuentran en negociación.
Para los expertos, independientemente de lo que pueda ser el tamaño de las firmas, la economía colombiana está cada vez más sólidamente soportada por la capacidad de las pymes para generar dinamismo, crecimiento y aprovechar su potencial innovador.
En medio de las perspectivas de optimismo señaladas por los propios empresarios, muchas instituciones y organizaciones públicas y privadas han optado por enfocar sus estrategias hacia el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas, a través de planes de financiamiento, capacitación, desarrollo de proyectos, programas de inserción en el mercado internacional, diversificación de la oferta y valor tecnológico agregado.
El objetivo primordial es el aprovechamiento de los tratados de libre comercio, el auge de la inversión extranjera, la financiación de proyectos de expansión y modernización, el mejoramiento tecnológico, y la mayor eficiencia administrativa y de formalización laboral.
En conclusión, las pymes tienen cada vez más retos, pero también grandes oportunidades.
APROVECHAR EL COMERCIO
Las pequeñas y medianas empresas colombianas saben que aunque nacieron en medio de una dura competencia entre grandes jugadores locales e internacionales, pueden llegar a ser grandes, estables, e incluso convertirse en líderes.
Para ello, las pymes enfrentan el reto de crecer, aprovechando las herramientas que ofrecen el Estado y la empresa privada, correspondientes a servicios o complementarios. Uno de los puntos claves es la obtención de financiación para sus proyectos.
Tomado de: portafolio.co
