Una vez más la capital del Valle, una de las ciudades con mayor población negra, se ve envuelta en penosos escándalos por discriminación racial. 

Esta vez el turno fue para el homeópata Luis Rómulo Guarín Florez, quien el pasado domingo 20 de julio publicó un aviso clasificado en el diar io El País de Cali, ofertando una vacante para médica cirujana.

Hasta ahí todo era normal, pero el aviso acaparó la atención de activistas y la comunidad negra cuando advirtieron que exigía dos condiciones para aplicar a la vacante: primero, que la edad de la aspirante debía oscilar entre 25 y 35 años y segundo, que debía tener piel blanca.

De inmediato, el tema creció como espuma y se armó una polémica que promete repercusiones jurídicas. Por un lado, el Defensor del Pueblo en el Valle, Carlos Hernán Rodríguez, indaga sobre el asunto y, por el otro, está el colectivo Chao Racismo, que ya anunció acciones legales contra el homeópata.

“Para nosotros es claro que ese aviso clasificado violó la ley que castiga penalmente a quienes incurren en actos de discriminación racial”, dijo Ray Charrupi, líder del colectivo.

En efecto, Charrupi se refiere al articulado de la Ley 1482 de 2011, que tipifica como delito penal las conductas o actos de racismo o discriminación.

Y en el caso concreto del clasificado que pagó y publicó el homeópata en un periódico de circulación regional, estaría violando el derecho al trabajo de las personas negras.

“El que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza (…)” dice textualmente el artículo 134 de la mencionada ley.

De hecho, la misma norma aclara que el delito se agrava cuando “la conducta se ejecute a través de la utilización de medios de comunicación de difusión masiva”.

Así las cosas, desde el colectivo Chao Racismo se quiere llevar el tema a la máxima instancia y aseguran que la primera acción que exigen es suspender profesionalmente al homeópata Guarín Flórez.

También pretenden que el medio de comunicación donde se publicó el aviso abra sus puertas a la comunidad negra e informe “qué medidas de control pueden implementar para evitar que esas conductas se repitan”, argumentó Charrupi.

Fuentes del diario consultadas por Semana.com explicaron que si bien lamentan el hecho, no se pronunciarán al respecto, porque es un tema que solo le compete a quien pagó el aviso clasificado.

Quienes sí anunciaron que actuarán de inmediato, porque rechazan todo acto de discriminación, son los propietarios y usuarios de los cien consultorios de la Clínica Farallones, donde el homeópata tiene alquilada una oficina para atender al público.

”Ya hablamos con el propietario que le arrendó al señor Guarín y nos manifestó que le pedirá la oficina”, dijo Amanda Gálvez, administradora del edificio.

Lo cierto es que, por ahora, el tema crece como una bola de nieve y pese al impacto que causó, hasta el cierre de este artículo se desconocía la versión del homeópata, el cual tratamos de contactar a través del teléfono fijo de su consultorio y celular.

Su declaración es crucial por una sencilla razón: si él es un homeópata, ¿por qué oferta una vacante para una cirujana plástica con práctica en clínicas?

La duda que surge es fundamental, porque el aviso clasificado podría tratarse de un encargo de otra entidad y la función que cumple el homeópata sería la de un simple intermediario. Así las cosas, una de las preguntas que habría que hacerle al señor Guarín Flórez es si la exigencia de la piel blanca es suya, o era parte del encargo.

Lo único claro por ahora es que la comunidad negra de Colombia está dispuesta a no dejar pasar por alto las conductas racistas o discriminatorias y así lo han demostrado, al visibilizar su repudio frente a varios episodios recientes.

Por ejemplo, nadie en el país olvida el revuelo por la famosa foto de la revista Hola de España, en la cual aparecía la familia de Rosita Jaluf, presidenta de Fenalco Valle, y al fondo dos mujeres negras sosteniendo una bandeja y con atuendo de servidumbre.

Ni qué hablar del penoso episodio que protagonizó el diputado de Antioquia Rodrigo Meza, cuando dijo que invertirle plata al Chocó era como “meterle perfume a un bollo”.

Y en esa misma seguidilla de expresiones raciales cayeron el concejal de Bogotá, Jorge Durán silva, con su famosa frase “merienda de negros”, y hasta el excandidato presidencial Enrique Peñalosa cuando dijo que “trabajé más de dos años como obrero raso en una construcción, tan raso, que era el único no negro de la obra. No, digo, blanco”.

En todos esos casos, los involucrados han dado la cara, explicado el alcance de sus expresiones y hasta ofrecido excusas; pero en el escándalo del homeópata caleño que solo contrata cirujanas plásticas blancas, el involucrado no ha dicho ni mu.

Tomado de: https://www.semana.com/nacion/articulo/polemica-por-oferta-de-empleo-racista/396705-3