El trabajo es como el amor: atrae, enamora y produce pasión. Pero en un momento de la vida puede llegar el desencanto, el odio y, por qué no, el divorcio. Como ocurre en las relaciones amorosas, en el trabajo debe mantenerse viva la llama de la motivación o terminará siendo un v erdadero dolor de cabeza.

Hacer un gran trabajo que luego no es valorado, llevarse mal con el jefe, soportar las intrigas de los compañeros o hacer labores poco satisfactorias son algunas razones que llevan a los empleados a sentir que, en un momento de su vida, odian su trabajo. Curiosamente, pocas veces esta insatisfacción tiene que ver con el salario; está más relacionada con intangibles como qué tan valorado se siente en la organización o qué tanto reconocimiento recibe por el esfuerzo que hace.

Kathy Caprino, columnista de la revista Forbes experta en temas laborales, sugiere que en esos momentos de crisis es necesario evaluar qué las produce para saber si debemos apegarnos a un trabajo o simplemente “dejarlo ir”. Pero sugiere una autoevaluación que le ayudará a identificar si es una crisis pasajera o un asunto definitivo.


1| Qué odia. Saque tiempo para reflexionar sobre su trabajo e identifique qué es lo que no le gusta: si es lo que hace, su salario, su jefe o su entorno. Al hacerlo podrá definir la estrategia para solucionarlo.


2| Qué quiere. Piense cuáles son los roles, las responsabilidades o las actividades que más le apasionan en su trabajo. Esto le permitirá establecer una balanza frente a lo que no tolera y le ayudará a tomar una decisión.


3| Cambio de pareja. Si su trabajo sigue siendo su pasión pero lo tienen aburrido los problemas con su jefe o su equipo, una opción es crear nuevas oportunidades. Ponga su talento al servicio de otra sección o equipo. Esto le ayudará a refrescar sus ideas.


4| Yo… ¡me voy! Si ya no es feliz en su trabajo, no hay otra opción que el ‘divorcio’. Si se trata de un desencanto con lo que hace, busque otra línea de acción o prepárese para un cambio de carrera. Y si lo que no tolera es su ambiente de trabajo, llegar a otra organización o crear su propio proyecto le permitirá reencontrar el amor con lo que hace.


Así lo superé


Algunos empresarios cuentan cómo superaron esos momentos de desencuentro con su trabajo.

Mario Huertas
Gerente MSH Consulting

“En cargos con muchas reuniones, discusiones, llamadas telefónicas largas y talleres interminables me sentí muy aburrido y haciendo un trabajo estéril. Ir a Chile me refrescó, puesto que hay poca conversación, más decisión. Trabajar proyectos en otras culturas abre la mente y recicla las formas de trabajo, porque lo saca a uno de la monotonía”.


Ricardo Wills
Presidente Cumbria Holdings

“En mi primer trabajo tuve una jefe que me daba dolor de barriga, me salían orzuelos, tenía gastritis y lo peor de todo era que le tenía miedo y no le entendía bien las instrucciones. El mayor aprendizaje es no rendirse, hay que hablar y decir lo que uno siente. Nadie, sino uno mismo, tiene el futuro en sus manos, hay que usar ese gran poder y decidir”.

Tomado de: https://www.dinero.com/edicion-impresa/tiempo-extra/articulo/aburrimiento-oficina/192920