Las cuentas del Estado por el costo fiscal de las leyes aprobadas recientemente en el Congreso siguen subiendo de forma vertiginosa.

En el 2003 solo se hablaba de requerimientos por 240.000 millones de pesos para cubrir la demanda de dichas leyes, y ahora según la cifra que revela el Ministerio de Hacienda a través del marco fiscal de mediano plazo 2012, el costo de aplicar las leyes que contaron con visto bueno de los congresistas en el 2011 es de 4 billones de pesos.

Ese monto es el doble del gasto del año anterior, cuando el país tuvo que disponer de dos billones de pesos para cubrir la misma destinación.

Si bien, según Juan Fernando Zapata de la firma de analistas contables y tributarios Actualícese, “la misión de un Estado es gastar. Más aún si se hace en temas como la reparación de víctimas”, hay algunos congresistas que ya empiezan a preocuparse por la forma como se cursan proyectos de ley, sin tener claridad sobre la fuente de financiación cuando se conviertan en leyes.

El representante a la Cámara Ángel Custodio Cabrera pidió mesura en ese sentido y señaló que, “particularmente en la legislatura que termina hoy, se han cursado proyectos de alto impacto económico que solo se arriesgan a ser devueltos por el Gobierno, al cual le ha faltado mano dura para frenar esta situación que puede poner en riesgo las finanzas públicas”.

Tomado de: Portafolio.co