El presupuesto general para el 2015 está planteado, pero, según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, le falta fondear 12 billones de pesos.

Todo, por los recursos que se dejarán de percibir por el desmonte del impuesto al patrimonio y la norma que estableció una reducción gradual del 4 x 1.000, por lo que el próximo año sería 2 x 1.000.

Esto llevó a Cárdenas a aceptar lo que hasta el momento era apenas una advertencia de organismos como Fedesarrollo o de gremios como Anif: “No hay más salida que otra reforma tributaria”.

El jefe de las finanzas públicas había señalado que, de realizarse otra modificación del estatuto tributario, sería solo para controlar la evasión. Pero ahora confirma que, “en paralelo con la discusión del proyecto de presupuesto para el 2015, presentará ante el Congreso un proyecto de ingresos complementarios, a través del cual, se pondrá en consideración del Legislativo el mantenimiento del 4 x 1.000 para garantizar la continuidad de la financiación del agro, y el impuesto al patrimonio, que seguirá suministrando recursos para el sector defensa”.

Cárdenas dice que es “un proyecto de ingresos adicionales, como el que se presentó el año pasado para extender por un año más el desmonte del 4 x 1.000, el cual iba a empezar en este año”.

No obstante, el ministro agregó: “No me caso con la idea de que el proyecto solo tenga dos artículos: el del patrimonio y el 4 x 1.000. Vamos a estudiar qué otros puntos debe llevar”.

Empieza la polémica

Por el lado de Anif, el clamor no es por una minirreforma que se haga de urgencia, sino por una reforma estructural.
Según Sergio Clavijo, su presidente, “todo indica que se necesitará una reforma tributaria que incremente el IVA del 16 al 17 o 18% y extienda el impuesto al patrimonio, por el cual se obtienen 0,6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Por su parte, Cárdenas sigue con la decisión de “no hacer una reforma estructural en el sentido de volver a rehacer el estatuto. Se requiere la reforma antievasión”.

Reducir el gasto

La exdirectora de la Dian Fanny Kertzman, por el contrario, estima que el país no requiere otro desgaste en el Congreso con una nueva iniciativa tributaria.

“Todos los gobiernos quieren hacer este tipo de reformas. La pasada fue un desastre: creó medidas como el Cree, que se le cobra a las empresas, y el Imán y el Imás, para personas naturales, que complicaron la vida de los contribuyentes”.

Agregó que, si bien se requieren más recursos, “se podrían obtener disminuyendo el gasto público”, el cual corresponde al 29 por ciento del PIB.

Para Camilo Rodríguez, de la firma tributarista KPMG, “aunque el país necesita una reforma estructural que debe buscar la simplificación del sistema y la facilitación del cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias, lo inmediato es estabilizar el presupuesto (ingresos vs. gastos)”.

El agravante para una reforma tributaria es que, políticamente, no habrá ambiente. “Ante la fuerte oposición que tendrá el Gobierno en el Congreso, por el alto número de curules que tiene el Centro Democrático, entre otros partidos, es preferible que se concentren en lo necesario, como el patrimonio y el 4 x 1.000, entre otras medidas”, sugiere el congresista Ángel Custodio Cabrera.

tomado de:https://www.portafolio.co/economia/nueva-reforma-tributaria-va-12-billones-pesos