Esas cifras, más bajas que las que se han venido manejando hasta ahora, fueron reveladas ayer por el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, en un foro sobre el tema organizado por Anif y Asofondos (gremio de las AFP, que administran el RAIS).

La elevada informalidad laboral y la muy baja constancia en los aportes de los afiliados a pensiones están en la raíz del problema. Sergio Clavijo, presidente de Anif, dijo que solo el 15 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) cotiza a pensiones todos los meses.

Hoy, más de 1,6 millones de personas, que equivalen a alrededor del 20 por ciento de la población en edad de pensionarse, están jubiladas y todas, salvo las del RAIS (algo más de 50.000), reciben subsidios, con el agravante de que la inmensa mayoría de estos van a los bolsillos de los de más altos ingresos, principalmente por cuenta de los regímenes especiales.

El Ministro recordó que para pensionarse en el RPM un trabajador necesita cotizar 1.300 semanas (26 años), pero el promedio actual de aportes son 500 semanas (10 años).

Por supuesto, no se puede jubilar. El Gobierno está elaborando el proyecto de reforma pensional, que es solo para quienes cotizan sobre la base de un salario mínimo en adelante, y es muy probable que sea radicado en el Congreso este año. Por ello, Rafael Pardo señaló que se está buscando un sistema de protección a la vejez, entre cuyos componentes están los Beneficios Económicos Periódicos (BEP), un sistema de ahorro para los trabajadores con ingresos por debajo de un salario mínimo al que se le adicionará, al final de la vida laboral, un subsidio estatal igual al 20 por ciento de lo ahorrado. De la sumatoria del ahorro, sus rendimientos y el apoyo del presupuesto nacional saldrán las mesadas vitalicias inferiores al mínimo.

Los BEP, agregó, contemplan la posibilidad de que los aportes al RPM y al RAIS de quienes no se puedan pensionar engrosen las cuentas de ahorro en vez de devolvérselos a los cotizantes. Entre el 2009 y el 2011, precisó, en el RPM hubo 115.000 devoluciones de dichos saldos (en solo 2011 fueron 41.000 devoluciones), cuyo promedio fue de 12 millones de pesos.

La meta del Gobierno es que en los próximos tres años se abran siete millones de cuentas de ahorro en el esquema BEP, el cual será objeto de una intensa promoción en todo el país.

Con la Federación Nacional de Cafeteros ya existe un acuerdo para que 350.000 cultivadores del grano, pertenecientes a los niveles 1 y 2 del Sisbén, se vinculen a este programa.

Tomado de: Portafolio.co