Los gestores de salud, figura que crea el proyecto de reforma al sistema, no son las EPS con nuevo ropaje, aseguró el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, al defender la iniciativa que en breve comenzará su fase formal de debates en el Congreso.

Esos gestores deben asumir parte del riesgo de gestionar la salud, obligación que se extendería a los hospitales y clínicas y demás actores del sistema. Desempeñarán un papel en extremo importante en el nuevo modelo que impulsa el Gobierno, por lo que el funcionario rechazó la afirmación del presidente de Acemi (gremio de las EPS privadas), Jaime Arias, de que el proyecto convierte a las EPS, “que durante 20 años han luchado por sus afiliados”, en unos “simples mensajeros que llevan y traen papelitos, que llevan y traen razones”.
 

A las posiciones radicales como las de Arias y el presidente de Anif, Sergio Clavijo, quien pidió limitar la tutela para que no entre en choque con la proyectada ley estatutaria, que es la que dice a cuáles servicios de salud se tiene derecho y a cuáles no, Gaviria les pidió moderación en el debate.
 

El sistema de salud atraviesa una crisis de legitimidad, hay una desconfianza generalizada, tiene problemas a granel y ha sido permeado por la corrupción, por lo que se amerita la reforma, coincidieron algunos expositores en el XX Foro Farmacéutico, organizado por la Andi, que finalizó ayer.
 

El proyecto cuenta con el apoyo, con algunos reparos y observaciones, de la ACHC (gremio de las clínicas y hospitales), cuyo presidente, Juan Carlos Giraldo, demandó que la reforma sea impulsada y liderada por el presidente de la República, quien debe tener la voluntad decidida para que salga adelante. La ponencia del proyecto comenzará a ser debatida la semana entrante en la Comisión VII del Senado, razón por la cual Gaviria aseguró que “no vamos a entrar en ninguna transacción clientelista para que se apruebe”.

Tomado de:portafolio.co