La mayoría de las personas visualizan su vejez en medio del descanso y la tranquilidad. Sin embargo, lograrlo requiere planeación y ahorro desde los primeros años laborales.

“Nadie es lo suficientemente joven para empezar a destinar un porcentaje de sus ganancias para el retiro”, afirma el abogado laboralista, Diego García, del consultorio jurídico de la Universidad de los Andes.
 

Recuerde que entre más se tome tiempo para empezar, menos crecerán sus ahorros.
 

Así mismo, tenga en cuenta que los primeros años laborales facilitan este hábito debido a que generalmente sus compromisos financieros son menores.
 

Además, tiene la posibilidad de apostarle a inversiones de mayor riesgo con mejores ganancias frente a una persona que está más cerca de la edad de retirarse y que, por esa razón, debe ser más conservadora en el manejo de su dinero.
 

Hay quienes por tener un sueldo bajo y cumplir con sus obligaciones personales y familiares no le dan prioridad al retiro. Sin embargo, recuerde que ahorrar, así sea poco, pero de manera regular, le traerá beneficios a largo plazo.
 

Realice un plan de retiro
 

1. Prevea su ahorro
 

Tener un presupuesto es primordial para conocer cuánto se puede ahorrar y en qué áreas de su cartera es posible disminuir gastos. Luego de haber pagado los gastos fijos (deudas, recibos, gastos del hogar), considere ahorrar entre el 10% y el 15% de sus ingresos. Agregue un 1% adicional a sus ahorros con cada aumento de sueldo que obtenga. Así podrá aumentar su tasa de ahorro.
 

2. Determine sus necesidades
 

-Presente: analice su situación financiera del momento. Analice las ventajas y desventajas si se encuentra indeciso entre pagar un préstamo o ahorrar. Si el préstamo tiene una tasa de interés baja, gana más dándole prioridad al ahorro. Si la deuda tiene un interés alto, lo más conveniente es pagar ese compromiso. Sin embargo, tenga en cuenta que aplazar no debe convertirse en una rutina.
 

-Futuro: Los expertos estiman que es necesario mantener el 70% de los ingresos de su último empleo para conservar el nivel de vida en su etapa de descanso. Ahorre más si sus posibilidades se lo permiten.
 

3. Habitúese
 

Es necesario que se eduque para ahorrar. Acostúmbrese a hacerlo sin importar la cantidad. Nada es despreciable para este rubro. Lo importante es que adquiera el compromiso y gradualmente aumente sus aportes.
 

Cree en sus hijos esta práctica desde pequeños. Una alcancía o una cuenta de ahorros para sus estudios o regalos de fin de año, les servirá de motivación y enseñanza.
 

4. Ese dinero es intocable
 

No cuente con él en el presente, ni lo destine a nada diferente de su objetivo.
 

5. Infórmese sobre la pensión
 

Esté enterado del comportamiento de su fondo de pensiones. Consulte su asesor financiero y lea toda la información relacionada, le conviene.
 

Tenga claridad sobre su pensión
 

García aclara que en Colombia existen dos regímenes de pensión: el de ahorro individual y el solidario de prima media. Existe la posibilidad de traslado de un sistema al otro cada cinco años. El cambio de un fondo privado a otro puede llevarse a cabo cada seis meses.
 

Ahorro individual con solidaridad. Sus aportes van a una cuenta individual y conforman un patrimonio autónomo que se acumula conforme al ahorro. Para acceder a la pensión no hay requisito alguno (edad, semanas cotizadas, etc.).
 

La única exigencia que tiene este régimen es contar con un total de dinero que le permita al menos pensionarse con un 110% del salario mínimo, reajustado anualmente según la variación porcentual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) certificado por el Dane. En este caso, su dinero es administrado por los fondos privados de pensión.
 

Así mismo, este sistema permite hacer aportes voluntarios para acumular la mayor cantidad de dinero posible con el fin de alcanzar el capital mínimo para financiar la pensión.
 

Solidario de prima media con prestación definida. En este sistema los aportes del afiliado van a un fondo común, no dependen del ahorro y es vitalicio. El dinero que usted aporta ahora sirve para financiar los pensionados actuales. A futuro, su pensión será pagada con los aportes que realice la fuerza laboral activa. Bajo este régimen, su dinero será administrado a través del Instituto de Seguros Sociales.
 

Para acceder a su pensión es necesario cumplir con dos requisitos: haber cumplido 55 años de edad si es mujer o 60 años si es hombre. A partir del primero de enero del 2014 la edad se incrementará a 57 años de edad para la mujer y a 62 años para el hombre.
 

Es necesario también haber cotizado un mínimo de 1.125 semanas. A partir del primero de enero de 2006 se incrementó en 25 cada año hasta llegar a 1.300 semanas en el 2015. El monto final de su pensión se calculará a partir del salario promedio de los 10 últimos años.
 

Los aportes a pensión son del 16%: 12% aportado por el empleador y un 4% por el trabajador. Dinero que es descontado de su salario y consignado en el fondo de pensiones que haya elegido.
 

Ambos sistemas se aportan al Fondo de Solidaridad Pensional un 1% si ganan más de cuatro salarios mínimos vigentes (SMV). Adicional, el porcentaje se incrementa así: 0,2% entre 16 y 17 SMV, 0,4% si devenga más de 17 y 18 SMV, 0,6% si devenga más de 18 y 19 SMV, 0,8% si devenga más de 19 y 20 SMV y 1% si devenga más de 20 SMV.

Tomado de: finanzaspersonales.com.co