La euforia por la noticia de ser tenido en cuenta para un trabajo en una empresa, puede que no le deje ver ciertos aspectos que quizás no le convienen, así le ofrezcan un mayor sueldo.

Todo depende de la situación en la que se encuentre (soltero, casado, con hijos, sin hijos, cansado de su actual trabajo, entre otros). Así mismo, es importante que usted defina su proyecto de vida y cuáles son sus metas para los próximos cinco años.
 

Para el country manager de Trabajando.com, Ricardo Garcés, rechazar una oferta laboral hoy parece una locura, más si usted está desempleado. Sin embargo, señaló que estos casos suceden con más frecuencia de lo que se cree pues “no todo lo que brilla es oro”.
 

Para ayudarlo a tomar la decisión, el experto hace una reflexión sobre los aspectos que debe tener en cuenta a la hora de cambiar de trabajo:
 

-Realización personal y profesional: Si le ofrecen un empleo en un sector que ha trabajado anteriormente, pero ya no le interesa, es una razón para decir “no gracias”, pues no vale la pena devolverse a temas que no lo hacen feliz.
 

De otro lado, es importante que averigüe con empleados de la compañía si hay un buen ambiente laboral y si las condiciones de trabajo son buenas. Si tiene un mal augurio porque no es una empresa seria es mejor que no arriesgue su actual estabilidad.
 

“Considerar sólo el salario cuando va a cambiar de empleo es un grave error. Éste es sólo un aspecto. También hay otros como la ubicación (que tan cerca queda la empresa de su casa) y cómo afecta su calidad de vida”, manifestó Garcés.
 

En contraste, si la razón que lo hace dudar es un menor salario, es importante que considere ese punto, puesto que si puede sacrificar un poco de sus ingresos por tener mayor tranquilidad laboral y personal, el cambio puede valer la pena.
 

-Contraoferta: Puede suceder que cuando usted renuncie, le hagan una contraoferta con mejores condiciones (no siempre son sólo salariales). Si está contento y valoran su trabajo es una buena opción quedarse en su actual empleo antes de probar un nuevo rumbo.
 

-Prioridades: Hay ocasiones en las que las prioridades cambian. Por ejemplo, cuando un familiar está enfermo, si tiene las posibilidades usted preferirá dedicarse a cuidar a su ser querido en vez de aceptar una oferta laboral, por más tentadora que sea.
 

-Cambio extremo: Si su nuevo empleo incluye trabajar desde su casa, piense si esto se acomoda a su personalidad.
 

Hay quienes lo hacen sin problema porque tienen ventajas como no gastar tiempo y dinero en desplazamientos. Además, sienten que pasan más tiempo con su familia.
 

No obstante, hay a quienes les falta cambiar de ambiente y tener compañeros de trabajo con quienes puedan hablar, salir a almorzar e incluso tener discusiones.
 

Igualmente, pasa cuando hay un trabajo en el que tiene que viajar constantemente, pues para algunos significa descuidar a su familia y perderse de momentos valiosos con ellos.
 

-Poca emoción: Un trabajo rutinario en el que no tenga emoción y no sienta que está haciendo algo que valga la pena lo puede desmotivar rápidamente y hacer que no rinda lo suficiente en su nuevo empleo.
 

“Evalúe las posibilidades de crecimiento profesional que tendrá en el otro empleo. Esto es otro factor clave para tomar la decisión final”, indicó Garcés.
 

-Lo innegociable: Los valores y los principios no se negocian. Dormir tranquilo no tiene precio. Piense que un paso en falso le puede pesar no sólo a usted, sino a su familia por el resto de la vida.
 

-Ciclos: En ocasiones se dejan proyectos a medias o no ha permanecido el tiempo suficiente para ganar experiencia. Ésta es una buena razón para rechazar una oferta de trabajo al no haber cumplido su ciclo en el actual trabajo.
 

Tenga en cuenta…
 

En caso dado que un trabajo no le interese, rechace la oferta con diplomacia para que las puertas le queden abiertas en esa compañía.
 

“Puede decir que se encuentra cerrando un proyecto importante al cual le ha dedicado dos años”, señala Garcés.
 

Para el experto, este aspecto es relevante porque de esto también dependerá que en futuro lo vuelvan a llamar de esa u otra empresa. “Las circunstancias cambian y aunque en este momento no sea el empleo más adecuado para usted, en un futuro lo puede necesitar”, indicó.
 

Así mismo, Garcés señala que no es una buena señal tener una constante rotación de empleo en un periodo corto de tiempo, “lo recomendable es que permanezca mínimo un año en un trabajo antes de cambiar, así que piénselo bien antes de decidirse a entrar a una empresa”.

Tomado de:finanzaspersonales.com.co