El rector de la Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo de Bucaramanga (Uniciencia), Diego Otero, explica que muchas veces los empresarios no sienten que haya que darles más participación y mayores ingresos a las trabajadoras. “La cultura machista influye mucho en el pensamiento empresarial”, dijo el experto.

 

Si bien la brecha laboral promedio entre hombres y mujeres disminuyó de 50% a 39% (ya que la tasa de participación de mujeres oscila alrededor de 54% y la de los hombres alrededor del 75%”), la disparidad sigue siendo muy alta.

 

La consecuencia más grave de esta situación es que según el Banco Mundial, la productividad laboral se disminuye entre un 7% y un 10%. También, se empeora la posibilidad de movilidad social.

 

Las mujeres que logran superar las barreras laborales se encuentran con lo que Fedesarrollo llama los techos de cristal. Es decir, las mujeres tienen un obstáculo para llegar a los cargos más altos en las compañías, que precisamente son los que ofrecen mayores remuneraciones.

 

Ángela Moncaleano, docente de la Universidad de La Sabana y experta en seguridad social, asegura que los empresarios sienten temor a contratar a las mujeres por la maternidad. “Hay cierta discriminación en el campo laboral porque muchas veces resulta un problema reemplazar a las mujeres en su etapa de maternidad. Aunque este no se constituye en el único inconveniente”.

 

La carga desigual de las labores del hogar entre mujeres y hombres ha hecho que ellas requieran empleos más flexibles. En el estudio se explica que entre menos flexible es el mercado laboral será mayor la tasa de desempleo y la tasa de informalidad en las mujeres. En efecto, de acuerdo con las cifras del Dane, la proporción de hombres que participan en el mercado laboral ha sido un 50% superior a la proporción de las mujeres.

 

HAY QUE AJUSTAR LA LEGISLACIÓN LABORAL

 

De acuerdo con Fedesarrollo, para mejorar las condiciones laborales de las mujeres en el país, se requiere de un ajuste significativo a la legislación laboral. El centro de estudios indica que la legislación debe tener un nivel de flexibilidad que compagine el trabajo con los compromisos familiares de las mujeres. “En la medida que el marco jurídico para el sector formal de la economía le permita ofrecer un menú más amplio y flexible en las modalidades de contratación, mayor tenderá a ser la vinculación de las mujeres a puestos de trabajo formales, donde no se suelen presentar brechas salariales en su contra”, indica el estudio. Adicionalmente sugiere que se gestione un cambio cultural para repartir de manera más equitativa las tareas al interior de las familias.

 

Tomado de: https://www.eluniversal.com.co/economica/las-mujeres-estudian-mas-pero-ganan-menos-que-los-hombres-165836