La población objetivo de quienes se dedican a estafar por internet, son paradójicamente los adultos porque cuentan con la capacidad crediticia y de pago inmediato.


Las tarjetas de crédito

 

En algunos sitios de la red especialmente para adultos, se pide el número de la tarjeta de crédito con la excusa de comprobar que el usuario es mayor de 18 años. El verdadero objetivo es cobrar cargos no solicitados.


Servicios gratuitos

 

Se ofrece el beneficio de acceder una página personalizada y gratuita durante un periodo de 30 días. Los consumidores descubren que se les ha cargado facturas a pesar de no haber pedido una prórroga en el servicio.


Viajes y vacaciones

 

Algunas páginas de internet ofrecen destinos maravillosos de vacaciones a precios muy bajos, que a menudo encubren una realidad completamente diferente o inexistente que terminan en fraudes para los viajeros.


Llamadas internacionales

 

En algunas páginas, por lo general de material para adultos, se ofrece acceso gratuito a cambio de descargar un programa que en realidad desvía el módem a un número internacional. La factura se incrementa notablemente en beneficio del propietario de la página.


El negocio de “su vida”

 

Convertirse en jefe de uno mismo y ganar mucho dinero es el sueño de cualquiera. En la red abundan las ofertas para ganar fortunas invirtiendo en una aparente oportunidad de negocio que acaba convirtiéndose en una estafa.


Inversiones asombrosas

 

Las promesas de inversiones que rápidamente se convierten en grandes beneficios no suelen cumplirse y comportan grandes riesgos para los usuarios. Como norma general, no es recomendable fiarse de las páginas que garantizan inversiones con seguridad del 100%.


Productos milagrosos

 

Algunas páginas ofrecen productos y servicios que aseguran curar todo tipo de dolencias. Hay quienes ponen todas sus esperanzas en estas ofertas que normalmente están lejos de ofrecer garantías de curación.


Mercados virtuales

 

Ofrecen una amplia selección de productos a precios muy bajos. Una vez que el consumidor ha enviado el dinero puede ocurrir que reciban algo con menor valor de lo que creían, o peor todavía, que no reciban lo que solicitaron.

Tomado de: finanzaspersonales.com.co