“Soy el jefe”. Declarar su título implica una actitud que dice: “sin dudas. Sin argumentos. Haremos las cosas a mi manera”.

“No es mi culpa”. Los mejores líderes se responsabilizan de sus acciones. No señalan a nadie, ni crean excusas, ni les echan la culpa a otros.

“Lo haré yo mismo”. El liderazgo no es un acto solitario, la meta es poner a las personas correctas en los lugares correctos y permitirles que tengan éxito.

“Ya lo sé, pensé en todo”. Evite descartar o descontar la aportación de otros con una actitud presumida.

“El fracaso no es una opción”. Esta actitud inflige miedo en los seguidores, frena la creatividad e inhibe la innovación.

“Así no es como lo hacemos aquí”. Incluso si no está de acuerdo con la idea de alguien, en su lugar hay que decir esa es una idea interesante.

“Quiero resultado, no relaciones”. Los grandes líderes saben que los resultados se producen a través de las personas, lo que requiere construir relaciones fuertes con empleados, clientes y socios de negocio.

“No me importa si no es ético. Si no es ilegal, hazlo”. Los grandes líderes no alientan ni condonan el comportamiento corrupto por el bien de lograr metas financieras u organizacionales.

“No me traigas malas noticias o sorpresas”. Decir esto no hace que las malas noticias y sorpresas desaparezcan; solo significa que las personas escondan una bomba de tiempo bajo la alfombra.

“Tienes suerte de tener un trabajo aquí”. Esta declaración destruye el impulso y asesina la moral. Implica que hace un favor al empleado y tiene una deuda por el privilegio de trabajar para usted.

Tomado de :https://www.portafolio.co/fotos/galeria-las-diez-cosas-que-un-jefe-no-deberia-decir