La idea de hacer que más personas naturales paguen impuesto de renta sobre sus ingresos por la vía del Impuesto Mínimo Alternativo Nacional (IMAN) incluido por el Gobierno en la iniciativa de reforma tributaria que se discute en el Congreso, no deja de levantar ampolla en el Legislativo. Es por esto que el Gobierno quiere proponer que la base gravable no parta desde $3’300.000 al mes, sino desde $4’500.000.
 

Sin embargo, en Colombia se paga renta desde $2’300.000 en la actualidad. Según el director de la DIAN, Juan Ricardo Ortega, en este momento sólo cumplen con este tributo 650 mil personas y hacen declaración apenas un millón, pese a que existe un potencial de 15 millones de contribuyentes. “Es preocupante que la gente no sepa cuánto paga”.
 

Para tratar de corregir este primer defecto del sistema tributario en materia de renta, Ortega cuenta que “con la reforma se quiere tener la noción de dependiente para que se construya la información del hogar. Esto va encaminado a pensar cómo se hace un sistema tributario que funcione. El actual no funciona”.
 

Esto significa, según Ortega, que el sistema de impuestos nacional debería entender no sólo los ingresos de un hogar, sino sus calamidades. Como ejemplo, explicó que “un empleado que gane $10 millones, tenga cinco hijos, una esposa que no trabaje y un padre enfermo” no debería pagar el mismo impuesto que “un graduado que gane $6 millones, tenga carro y un apartamento. Éste no es de clase media”.
 

Además, según Ortega, la reforma busca corregir el hecho de que alguien que gane un salario mínimo deba pagar 11% de retención. También, pretende obligar a quienes devenguen altos salarios ($50 millones mensuales, por ejemplo) a cumplir con solidaridad (pensiones y salud) y no evadir la responsabilidad creando una Sociedad por Acciones Simplificada (SAS).
 

“El IMAN es una especie de impuesto presuntivo y no veo que contemple elementos como los hogares. Eso no está concretado en el proyecto. Lo que hay en Colombia actualmente es un impuesto de renta estrictamente personal sin consideración a cargas familiares”, comentó el exdirector de la DIAN Horacio Ayala Vela.
 

Para Ángel Custodio Cabrera, representante a la Cámara, el tema de fondo a debatir durante el trámite de la reforma son las deducciones a la renta en materia de salud y educación que propone el Gobierno para los asalariados. También dijo que “el Congreso va a revisar el tema del IMAN para salarios superiores a $5 millones y cercanos a $8 millones”.
 

La tributaria plantea en su artículo octavo que para obtener la renta líquida gravable de una persona natural (empleado) se puede restar “lo recibido por concepto de gananciales; los dividendos y participaciones no gravados en cabeza del socio o accionista; el valor de las indemnizaciones en dinero o en especie; los aportes al sistema general de seguridad social del empleado; pagos catastróficos en salud certificados no cubiertos por planes de salud de cualquier régimen; valor de pérdidas originadas en desastres públicos y los aportes parafiscales cancelados sobre el salario pagado a un empleado doméstico”.
 

Hoy día, alguien que se gane $8 millones mensuales y que se acoja a los beneficios tributarios existentes (restar aportes a pensiones, Plan Obligatorio de Salud [POS], renta exenta del 25%, medicina prepagada, pensiones voluntarias, intereses hipotecarios y empleado doméstico) termina pagando un impuesto de renta de $1 millón anual. La reforma busca corregir esto y un sujeto con el salario en mención vía IMAN pagaría, según cálculos de la DIAN, $4’346.000.
 

En opinión de César Ferrari, exdirector del Banco Central del Perú y docente de la Universidad Javeriana, “el impuesto de renta que van a acabar pagando las personas naturales va a ser mayor. Además, a las empresas se les disminuye la renta del 33% al 25%. No entiendo cuál es el objetivo del IMAN si la gente venía pagando”, concluyó.

Tomado de: finanzaspersonales.com .co