La abundancia de impuestos, la falta de apoyo estatal y el exceso de trámites son tres de los problemas que aquejan a las compañías existentes en Colombia.

Así lo asegura Jaime Mantilla, quien recientemente fue nombrado presidente de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), y, además, exhorta a los mandatarios del país a mejorar las condiciones de los empresarios.

¿Por qué dice que es difícil hacer empresa en Bogotá?

Porque debe haber una alianza entre el sector público y privado y que el Estado apoye el emprendimiento.

El empresario necesita crédito con tasas de interés bajo, a mediano y largo plazo; igualmente, necesita entrar a la etapa de la innovación; tener las mejores prácticas contables, financieras y técnicas, y en todo eso el Estado debe ayudar a lograrlo, cooperando con la pequeña y mediana empresa para que puedan competir y, de esta forma, insertarse en los mercados internacionales.

¿No se involucra lo suficiente el Gobierno?

Creo que el Estado lo debe apoyar más.

Debe haber una infraestructura adecuada, pues mientras no haya vías hacia los puertos, en el caso de Bogotá, mientras no haya un transporte rápido y económico, la competitividad no será la mejor.

¿Qué pasa con las leyes para proteger al empresario?

Se han dado pasos importantes, como la disminución de la tramitología.

El empresario debe tener la posibilidad de efectuar sus trámites en forma rápida y segura, y de evitar pasos innecesarios, pues, de lo contrario, se encarece su operación.

Por lo tanto, se deben seguir ampliando las ventanillas únicas para que allí uno pueda realizar todos los trámites y no pase de oficina en oficina.

¿Cuáles son las más vulnerables?

Las pequeñas empresas, pues muchas de ellas están empezando, formalizándose.

Es fundamental que estén en la legalidad y, si no tienen el apoyo en ese momento, tienen el dilema de seguir ese proceso de formalización o mantenerse en la informalidad, lo cual no es bueno. Las cámaras de comercio vienen trabajando mucho para que las empresas se formalicen y que, de esta forma, tengan ventajas muy importantes para poderse ampliar, tener acceso al crédito, a las grandes cadenas.

¿Hay algún sector productivo en particular donde hayan identificado más dificultades?

Exportar no es fácil.

En primer lugar, porque hay que tener unos estándares altos de calidad, pasar todas las pruebas necesarias en el exterior para competir con productos de otros países y, por lo tanto, es fundamental tener todas las licencias correspondientes para exportar, y los trámites son inmensos.

¿Hay algún sector que vea como modelo a seguir en todo este contexto?

Tenemos tierras inmejorables, variedad de climas y, por lo tanto, nuestra vocación debe ser producir alimentos para su exportación. Muestra de lo fundamental que es este sector lo podemos ver en Brasil, Argentina, México y Chile, donde esas exportaciones son muy importantes. Los retos son inmensos con los TLC.

Las posibilidades que hay son enormes, pero para ello tenemos que prepararnos para usar mecanismos que generen ventajas.

En las condiciones actuales, ¿podemos ser competitivos a nivel internacional?

Creo que nos falta. Mientras no mejoremos la infraestructura, va a ser muy difícil.

Usted mencionó que la coyuntura local impide el desarrollo de las compañías, ¿por qué?

Los altos impuestos de la ciudad, el alto precio de la tierra y los servicios públicos son elementos que los empresarios evalúan antes de crear una empresa.

Las ciudades más competitivas de Latinoamérica son las que dan más ventajas a los empresarios.

Tomado de: Portafolio.co