Ese mecanismo operaría como una especie de crédito, pues, de concretarse, la persona tendría derecho a su mesada y de esta le descontarían el aporte correspondiente a cada una de las semanas faltantes.

La mesa técnica de la reforma trabaja en la definición de cuál sería el máximo de semanas que se ‘financiarían’ –100, 120, 150 o más o menos–, pero el criterio básico es que estén en la frontera del mínimo exigido.

Tomado de: Portafolio.co