Con la entrada en vigencia de la Ley de Insolvencia para personas naturales, declararse en quiebra puede convertirse en el punto de partida para sanear las finanzas personales, pues será la oportunidad para definir acuerdos de pago que le permitan no solo ponerse al día con sus deudas en mora, sino también recobrar su vida financiera.

Banqueros, empresarios y autoridades coinciden en que se trata de una herramienta que facilitará a las personas el pago de sus obligaciones crediticias en plazos prudentes y teniendo en cuenta las condiciones económicas del deudor.

Sin embargo, han advertido que la ley no se puede convertir en ‘una patente de corso’ para eludir las responsabilidades adquiridas con sus acreedores.

Tomado de: Portafolio.co