Desde hace dos meses, Elsa Gil intenta que una empresa promotora de salud (EPS) del régimen subsidiado acepte afiliar a su padre, Campo Elías Gil, de 89 años, para que le preste los servicios de salud.

Estaba asegurado en Ecoopsos, que entró en liquidación, y como tiene plazo hasta el 6 de octubre para buscar otra EPS, Elsa recurrió a la Nueva EPS. “Dijeron que no lo podían afiliar por la edad”, contó. Después se fue a Famisanar. “Me respondieron que no se hacían cargo por los medicamentos”, agregó. (Lea: Se liquida la EPS Capital Salud, del Distrito).
 

Y este jueves, cuando se presentó a la EPS Capital Salud del Distrito y le respondieron que sí lo podían inscribir para prestarle los servicios, se enteró por los vecinos de fila de que esta promotora de salud “se liquidaría también”.
 

Así como Campo Elías Gil, hay 668.000 personas de escasos recursos del Sistema de Beneficiarios (Sisbén) que no saben qué pasará con su atención en salud, porque las EPS que los afiliaban: Salud Cóndor, Ecoopsos y Colsubsidio, están liquidándose, y por eso 274.000 usuarios siguen en el limbo, sin encontrar nueva aseguradora.
 

A estos se suman los 394.000 afiliados a Capital Salud, que se quedarían, ahora, sin prestadora de servicios, tras el anuncio del secretario distrital de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, de que esta EPS tendría que retirarse de Bogotá por iliquidez.
 

Lo grave de la suspensión de tales operaciones es que a Capital Salud -donde el Distrito tiene el 51 por ciento de participación accionaria- están llegando la mayoría de usuarios provenientes de las otras EPS en liquidación, remitidas por estas o porque en otras empresas de salud no los reciben, como le ocurrió a Campo Elías.
 

Igual le sucedió a Alejandra Carmona, que vive en el barrio San Luis, en la vía a La Calera, y necesita controles de embarazo. “Es la única que no pone tantas trabas para que uno se inscriba”, afirmó.
 

La iliquidez
 

Capital Salud nació con problemas desde su constitución en el 2009. Solo a comienzos de este año se legalizó su funcionamiento.
 

Según Jaramillo, esta EPS deja pérdidas diarias de 60 millones de pesos y ya acumula 10.000 millones de pesos de déficit. “De continuar así y no tener un aumento del Estado en el pago de la UPC (el valor que se gira por la atención de cada usuario), tendremos que retirarnos de Bogotá y continuar solo con los afiliados del Meta”, dijo Jaramillo.

 

Tomado de: eltiempo.com