Las propuestas del Gobierno hechas en la reforma tributaria cayeron bien entre los empresarios del país.

Si bien los colombianos tienen la percepción de que las empresas salen favorecidas con las medidas planteadas, el presidente Juan Manuel Santos subrayó que el proyecto es para generar equidad y empleo y que, por lo tanto, tiene que establecer incentivos para las empresas.

Los empresarios estiman que la reforma es equitativa, aunque requiere ajustes. Luis Carlos Villegas, presidente de la Andi, el gremio industrial y empresarial más grande del país, opinó que la reforma “incluye muchos principios tributarios que el sector privado colombiano ha venido pregonando durante varias décadas”.

Según la Andi, la reforma podría significar la creación de entre 850.000 y 1’000.000 de empleos en el primer año.

Sin embargo, Carlos Zuluaga, presidente de Acesco, cree que lo más probable es que no se dé el efecto en la creación de nuevos puestos, sino solo en la formalización.

El presidente de la Andi propuso que la medicina prepagada se grave con el 5 por ciento y no con el 16, y que a las zonas francas se les permita escoger entre pagar el impuesto de renta del 15 por ciento que tienen hoy más el nuevo –del 8 por ciento a la equidad– y el 15 por ciento y los parafiscales.

Juan José Fuentes, de Andesco, gremio de empresas de servicios públicos, comentó que la reforma es un acierto.

Sin embargo, “genera incertidumbre la carga tributaria total más allá de los impuestos nacionales. Las empresas pagan una cantidad de tasas y contribuciones especiales en las regiones, estampillas y demás arandelas, que no son deducibles de la renta”.

Para Javier Díaz, presidente de Analdex, “la reforma tiene cosas buenas”.

“Nos preocupa –dijo– el incremento de la tasa de tributación de las zonas francas, lo mismo que la obligación de tributar en Colombia, aunque se invierta afuera. Esto afectará la inversión”.

Para Víctor Ardila, vocero de Acopi, agremiación de pequeñas y medianas empresas, “si bien la reforma tributaria pretende establecer un nuevo manejo de los parafiscales, el problema no solo radica en si son altos o no.

También es indispensable establecer un sistema de transparencia tributaria donde se pueda hacer un seguimiento claro de qué se hace con estos impuestos y cómo se benefician las microempresas y los empleados en general al cumplir con sus obligaciones”.

NO SE CEDERÁ A PRESIONES: CÁRDENAS

El presidente de Acesco, Carlos Zuluaga, es otro de los que aplauden la reforma en su contexto general, pero advierte que la creación del nuevo impuesto al consumo, en reemplazo del IVA para los restaurantes y otros servicios, es una aventura.

“Nunca lo hemos tenido y meterse ahora en esto puede resultar complejo”, dijo. Ante la avalancha de sugerencias de los empresarios, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló que está dispuesto a dar el debate. Sin embargo, “tanto como ceder a presiones no. Habrá ajustes, que son normales, porque ningún proyecto es perfecto”.

Tomado de: Portafolio.co