Varias cifras, citadas por el Ministro de Hacienda, Mauricio Cardenas; el Presidente de la SAC, Rafael Mejía, y la Subdirectora de la Unidad para las Víctimas, Iris Marín, muestran la magnitud del reto que significa para el país poner fin al conflicto armado que ha vivido por décadas y reparar a las víctimas que ha dejado.

Más de 6 millones de víctimas y 5 de desplazados, 2’400 mil niños que requieren el apoyo de programas de atención del Estado, unos ingresos rurales que solo equivalen a la tercera parte de los ingresos urbanos y apenas un 2% de excombatientes que han terminado su proceso de integración, son solo algunos de esos indicadores mencionados.

Los tres participantes en el Foro ¿Quién paga el posconflicto?, organizado por la Asociación de Periodistas Económicos, buscaron responder a esta pregunta y plantear los interrogantes que Colombia deberá resolver en los próximos años para avanzar en el camino de la reconciliación.

El Ministro de Hacienda señaló que el país tiene que crecer más rápido, por lo menos al 7% anual, y para lograrlo las principales condiciones son mejorar su infraestructura y alcanzar la paz.

Alcanzando estas dos metas, el país puede llegar a tener en 12 años un ingreso per cápita de unos 20 mil dólares, equivalente al de Portugal.

Cárdenas explicó que a medida que aumente sus ingresos, el país va a tener que asumir los mayores gastos que implica el posconflicto, lo cual, de hecho ya está haciendo, pues ya se está avanzando en la reparación de los 6 millones de víctimas, se está atendiendo a un millón de niños y se establecieron unos compromisos con el sector agropecuario por 5 billones de pesos.

Rafael Mejía, presidente de la SAC, advirtió por su parte sobre los costos que tendrá el posconflicto y manifestó que así como el agro es el sector más afectado por el conflicto es el que mayores retos presenta frente al posconflicto.

“El problema del posconflicto no solo es del campo, es de todos”, señaló.

Mejía recordó que el campo lleva más de una década de bajo crecimiento y hoy en día tiene unos ingresos que equivalen a la tercera parte de los ingresos urbanos.

“¿Ofrece el campo condiciones para el retorno?, ¿pueden los campesinos recuperar sus tierras?, ¿tendrán empleo?”, se preguntó Mejía y agregó que es necesario generar ingresos e iniciativas de emprendimiento en lo rural.

Por su parte, Iris Marín, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, explicó a las víctimas no se les puede considerar como un lastre, sino que por el contrario son la base para un cambio histórico en el país.

Dijo que las experiencias internacionales han mostrado que los procesos de reconstrucción deben ser incluyentes para tener éxito y llamó la atención sobre el hecho de que la inversión destinada a programas de posconflicto es insuficiente y se requiere la participación de la empresa privada y la sociedad civil.

“Los actos de paz no solo los debe hacer el gobierno, es una tarea de todos”, agregó.

El foro de APE coincide con dos noticias registradas en los últimos días que tienen una relación directa con la financiación del posconflicto: por un lado, la presentación de la estrategia Soy Capaz, que con el apoyo de más de 120 empresas invita a los colombianos a ponerse en los zapatos del otro, y la discusión de una nueva reforma que no solo mantendrá el impuesto al patrimonio, sino que aumentará el número de personas que tendrá que pagarlo.

Tomado de: https://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/-el-posconflicto-lo-vamos-a-pagar-todos