En el nuevo proyecto de reforma tributaria que el Gobierno expondrá hoy ante el Congreso de la República, no sólo se propondrá una simplificación en las tarifas de IVA y un mayor aporte de renta por parte de personas naturales, sino una reducción de los parafiscales a los empleadores. Con esta propuesta se busca generar más puestos de trabajo.

El IVA, como se planteó en la reforma anterior presentada por el exministro de Hacienda y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry, pasaría a tener tres tarifas: 0, 5% y 16% y no ocho. Sumado a esto, se creará un impuesto al lujo.
 

Además, se busca que más personas naturales en Colombia paguen el impuesto de renta (5% para quienes ganan más de $8 millones y 15% para las personas cuyos ingresos superen los $200 millones). Actualmente, según la DIAN, quienes ganan más de $8 millones mensuales sólo aportan el 2% de sus ingresos brutos anuales al fisco y los 500 más ricos de Colombia, apenas el 1%.
 

El presidente Juan Manuel Santos dio el lunes el último vistazo a la nueva versión de la reforma tributaria y sostuvo que este proyecto no busca aumentar el recaudo, sino generar más empleo y propiciar la formalización laboral. Sin embargo, congresistas consultados por este diario aseveran que esta iniciativa es “una versión diluida” de la que alistaba el exministro Echeverry, la cual contenía cerca de 900 artículos para remodelar el complejo estatuto tributario.
 

Al igual que el jefe de la cartera de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, la alta consejera para la Gestión Pública, Catalina Crane Arango, sostuvo que esta propuesta es “la parte más importante de la reforma. Está demostrado que el tema de costos laborales atenta contra la generación de empleo formal. Se pueden sustituir los impuestos al empleo por unos más generales pagados por la generación de riqueza; acá la beneficiada con reducir tributos es la mano de obra”.
 

Según el ministro de Hacienda, actualmente un empleador que paga $100 a un trabajador como salario, debe poner $60 más para poder contralarlo de manera formal. Además, sostiene que no se puede gravar con más impuestos la generación de empleo y que no se descarta reducir más cargas a los empleadores por la vía del pago de la salud.
 

Crane contó que si se reduce la carga de impuestos parafiscales a los empleadores, la reforma propone alimentar a las cajas de compensación familiar, ICBF y Sena con un tributo específico que se debatirá en el Congreso. Sin embargo, el vicepresidente Angelino Garzón manifestó recientemente que reducir los parafiscales (por este concepto se recaudan al año $8 billones destinados a beneficiar a 10 millones de personas), atentaría contra los más pobres.
 

Juan Mario Laserna, senador de la República, opinó frente a esta propuesta que “para el empleador sale más barato contratar personal. Además, el Sisbén se volvió una barrera de entrada al mercado laboral y la gente no acepta un trabajo formal para no salirse del sistema”.
 

En opinión de Emilio Carrasco, director del Departamento de Seguridad Social y Mercado de Trabajo de la Universidad Externado, la propuesta de reducir la carga parafiscal no deja de ser polémica porque los bienes y servicios con los que cuenta la población trabajadora dependen de estos recursos. “Los trabajadores perderían y los programas para ellos sólo podrían mantenerse con cargo a la nómina”.
 

Frente a la totalidad de la reforma (cerca de 100 artículos), un senador que pidió no ser citado aseguró que al Gobierno no le importa mucho si la iniciativa se hunde en su trámite. “Ellos dirán: ‘si se cae el proyecto, culpamos al Congreso'”. Señaló que entre muchos congresistas se asegura que esta iniciativa es sólo una cortina de humo para mantener entretenido al Legislativo.
 

La fuente agregó que la reforma que se expondrá hoy traería varios artículos que pueden dar al sector financiero colombiano la posibilidad de convertirse en un epicentro (HUB) que podría catalogarse como una “sexta locomotora”.

Tomado de: elespectador.com