Un año después de que entrara en vigencia el sobrearancel a las importaciones de ropa y calzado, las últimas cifras disponibles demuestran una contracción en las compras al extranjero de este tipo de productos, particularmente en el caso de los zapatos.

Sin embargo, sigue la discusión respecto a qué tan efectiva fue la imposición del gravamen para solucionar los problemas de los sectores implicados y qué tanto la medida agravó otros problemas, particularmente el contrabando.

De acuerdo con los datos divulgados por el Dane, a diciembre del 2013 las importaciones de este tipo de productos había disminuido 16 por ciento en el caso de los zapatos, segmento que volvió a un nivel similar al que tenía en el 2011, y 1 por ciento en el de la ropa.

En este sentido, Luis Gustavo Flórez, presidente de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado (Acicam), señala que en el mencionado periodo de tiempo las compras de calzado en el exterior bajaron de 82,7 millones de pares en el 2012 a 59,7 millones en el 2013 y que el precio promedio de importación llegó a 6,9 dólares por cada par, mientras el año anterior había alcanzado los 8 dólares.

Por su parte, Carlos Eduardo Botero, presidente de Inexmoda, subraya que aunque en su caso el descenso no fue tan grande, la desaceleración del crecimiento dio un respiro al sector, que ahora podrá, igual que su par dedicado al calzado, dedicarse a fortalecerse e incrementar su competitividad.


POSICIONES ENCONTRADAS

Sin embargo, no todos los actores implicados son tan optimistas respecto a la coyuntura generada por el sobrearancel. Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), cuestiona la efectividad de la medida, ya que considera que, además de afectar los ingresos de los comerciantes y la capacidad de compra de los colombianos, no ha generado el impacto deseado en términos de empleo o incremento en las ventas de los industriales.

Adicionalmente, el director gremial se mostró preocupado por el impacto que el sobrearancel tiene en la entrada de mercancía de manera ilegal al país.

“El contrabando es un negocio netamente económico.

En la medida en que se incrementen los aranceles, automáticamente tiende a crecer”, explicó Botero.

De hecho, datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) evidencian cómo la ropa y el calzado se posicionaron en el primer y segundo lugar, respectivamente, entre los productos más contrabandeados en el país durante el año pasado.

Pero eso no es todo, ya que además fueron los de mayor crecimiento: 34,5 por ciento en el caso del primero, y 7 por ciento en el del segundo.

No obstante, la viceministra de desarrollo empresarial, María del Mar Palau, señala que las encuestas arrojan una disminución del 60 por ciento en la percepción de contrabando por parte de los empresarios.

Eso sí, es enfática en resaltar que, debido al rezago que tienen las cifras en el país, en este momento es difícil saber a ciencia cierta cuál ha sido el verdadero efecto del sobrearancel en la economía colombiana y que hará falta un poco más de tiempo para tener los datos.

Pese a ello, resalta que los reportes de los empresarios han sido muy positivos hasta el momento y que la medida no solo disminuyó las importaciones, sino que logró que grandes superficies y comercializadores miraran a los productores locales con otros ojos.

“Solo Falabella incrementó 22 por ciento sus compras en el mercado local” ejemplificó la funcionaria.


NUEVO DECRETO PARA EXTENSIÓN DEL IMPUESTO SE ANUNCIARÍA POR ESTOS DÍAS

Debido a que durante este fin de semana se celebra el aniversario de la entrada en vigencia del decreto 074 del 2013, que impuso durante un año un sobrearancel advalorem del 10 por ciento más un arancel específico de 5 dólares por cada kilo de ropa o cada par de zapatos importados, en el transcurso de estos días comienza, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, deberá anunciar una extensión de la medida por dos años.

Claro está que esta tendrá ciertos cambios que, de acuerdo con las declaraciones dadas por el primer mandatario en pasados días, habrían sido concertadas con diferentes sectores para mitigar los posibles efectos negativos que pudo tener en el mercado.

Sin embargo, ya Panamá habría demostrado su descontento con la determinación del Gobierno colombiano y decidido seguir con el proceso que actualmente se adelanta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Al respecto, Angelo Silvy, consejero de la división de examen de políticas comerciales de la mencionada institución, le dijo a Portafolio que la toma de una determinación podría tomar año y medio.

Además, agregó que este tipo de procesos son comunes en economías abiertas como las latinoamericanas.

“Colombia es vista de manera muy favorable por la OMC ya que sus políticas normalmente tienden a la apertura”, agregó.


Cristina Bustamante


[email protected]

Tomado de: https://www.portafolio.co/negocios/sobrearancel-ropa-y-calzado-colombia