Acaba de culminar la VIII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Empleo y Seguridad Social que se llevó a cabo en Madrid (España), en cuyo cierre, la ministra española de la cartera de empleo, Fátima Báñez, se refirió a los altos índices de desempleo entre la juventud como el “gran desafío” para los gobiernos de Iberoamérica, pues este segmento de fuerza laboral representa el doble del empleo general.

Al evento asistió Rafael Pardo, ministro de Trabajo colombiano, quien anotó que, en el país, “el desempleo en jóvenes es, también, del doble del general, ubicándose en el 18 por ciento”.
 

A esto, el jefe de la cartera laboral mencionó que las estrategias que el gobierno Santos ha puesto en marcha para incentivar la mano de obra joven, ya está dando frutos, como los casi 500.000 mil empleos generados con la rebaja de impuestos a las empresas que contratan menores de 28 años.
 

O la puesta en marcha, desde hace 17 meses, de la Ley del Primer Empleo, que entre otros, ofrece formalizar las pymes, crear nuevos puestos de trabajo para jóvenes y reducir la informalidad.
 

Sin embargo, y como lo plantea María Isabel Velasco, directora del Centro de Desarrollo Profesional de la Universidad Icesi, aunque el panorama económico y productivo del país está cambiando y “llegan cada vez más empresas al país, la oferta laboral no aumenta”, lo cual plantea un análisis profundo de qué está pasando en el país con las áreas del conocimiento que ofrecen las universidades, la tendencia profesional frente al mercado laboral, las políticas de Estado y la posición de la academia y las empresas para abrir espacios que fomenten mayor contratación profesional, técnica y tecnológica.
 

ESTUDIO Y DINÁMICA
 

Esta semana, Universia y Trabajando.com dieron a conocer un estudio que consultó a 13 mil personas, en algunos países de la región Iberoamericana: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, Puerto Rico y Uruguay, encontrando aspectos que dejan ver el panorama del estado del empleo juvenil en la región.
 

Por ejemplo, se reveló que, de la muestra, el 67 por ciento de los encuestados trabajaba mientras hizo sus estudios; que el 39 por ciento obtuvo su primer empleo en el área profesional que estudió, mientras que el 61 por ciento restante no, o que el 42 por ciento de estas personas empezó a trabajar entre los 18 y 20 años.
 

Analizando estos resultados, Ricardo Garcés, country manager para Colombia de Trabajando.com, sostiene que las empresas, los profesionales y tecnólogos deben aprovechar más los medios web y dinamizar los mercados, incentivando la movilidad laboral y fortaleciendo el emprendimiento.
 

ACOMPAÑAMIENTO LABORAL PARA ABRIR OPORTUNIDADES
 

Muchas universidades han diseñado escenarios para apoyar a sus egresados en el campo laboral, tanto desde las aulas como al salir de la academia. Por ejemplo, desde el 2006, la Universidad Icesi, de Cali, a través del Centro de Desarrollo Profesional, Cedep, articula programas para desarrollar empresa, brindar oportunidades de trabajo y fomentar el emprenderismo.
 

Por ello cuenta con programa como el de Ubicación Laboral para Recién Egresados, Pulre, para orientar a quienes no han ingresado a trabajar en el primer año de graduados.
 

Igualmente, está el Centro de Desarrollo de Espíritu Empresarial, Alaya, que busca incentivar las iniciativas de creación de empresas innovadoras y acorde con la demanda del país y, entre otros está el programa Su Vida Laboral en Juego, especial para quienes no han logrado ubicarse en un tiempo mayor o desean cambiar de empleo.
 

COLOMBIA SIGUE LA TENDENCIA
 

Las universidades y sus bolsas de empleo deben fortalecer sus programas para ser una opción real de apoyo.
 

Los jóvenes recién egresados en Colombia ahora tienen mayores y mejores oportunidades frente a otras épocas. Cuentan con la Ley del Primer Empleo y la Ley de Emprendimiento, y con el apoyo y lo orientación de entidades como Colciencias, Icetex, Colfuturo y hasta los entes de promoción educativa como el Fondo Nacional del Ahorro y los programas de las mismas universidades y la banca, que les abren la posibilidad de acceder a créditos y becas.
 

Aun así, los registros de empleo en jóvenes y recién egresados colombianos, como lo analizó el estudio de Universia y Trabajando.com, no varían mucho frente a la medición general hispanoamericana, cuya tendencia se replica en el país.
 

Es así que, con una mínima variación, los nacionales consiguen su primer empleo entre los 18 y 20 años, en un 42%; antes de los 17 años, el 30%, y después de los 27 años, el 4%.
 

Sin embargo, al igual que en el monitoreo general de la región, entre los 21 y 26 años, un 24% de jóvenes profesionales estuvo en la búsqueda de empleo y lo consiguió, pero es en realidad un porcentaje preocupante, si se tiene en cuenta que una carrera se termina cerca de los 22 años.
 

Otro aspecto a considerar es el medio por el cual, se encontró ese primer empleo, en lo cual se destaca que en un 81%, sigue siendo la recomendación de un amigo o conocido, la opción más efectiva para encontrar esa oportunidad laboral, mientras que las bolsas de empleo de las universidades solo alcanza el 8%, lo que invita a un mayor énfasis en fortalecer este y otros canales de conexión entre la academia y el mercado laboral.

Tomado de: Portafolio.co