(Portafolio) Comerciantes dicen que todavía no se han establecido reglas claras para hacer el cobro del tributo, el cual entraría en vigencia este 1 de julio.

El impuesto que busca desestimular el uso de las bolsas plásticas está generando incertidumbre entre los comerciantes, quienes aún no tienen claras las reglas de juego para su cobro

El tributo, que entra en vigencia el próximo sábado, cobraría $20 por unidad a todos los usuarios que deseen usar las talegas, lo que representaría una dificultad administrativa a la hora de hacer el recaudo.

Para Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), esta norma tiene inquieto al sector comercio. “No se sabe si las bolsas las pueden regalar los establecimientos, tampoco hay claridad si ese valor tiene IVA o no. En ese caso, los compradores tendrían que pagar $23,8 por bolsa y eso nos mete en problemas, porque, por mandato de la Superintendencia de Industria y Comercio, hay que dar las vueltas exactas”, sostuvo el directivo gremial

Ante esa preocupación, la Dian respondió que “la ley define los elementos necesarios para su obligatoriedad, como también establece de manera clara los supuestos de no casación”.

La entidad agregó que las excepciones se aplican a todas aquellas talegas cuya finalidad no sea cargar o llevar productos; las que sean utilizadas como material de empaque de los productos pre-empacados, las biodegradables certificadas por el Ministerio de Ambiente, o las reutilizables que cumplan las características definidas por el Gobierno.

La norma también contempla que este será un tributo que tendrá un incremento de $10 anual, hasta alcanzar los $50 en el 2020. Al respecto, Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, sostuvo que no es clara cuál es la finalidad de esos recursos. “En principio buscan dar soluciones ambientales, pero no sabemos para dónde van esos recursos”, dijo.

Por su parte, la cartera de Ambiente explicó en un documento que más que recaudar recursos, la finalidad es que menos personas usen las bolsas y/o las utilice de manera adecuada. Y aunque los comerciantes, incluso el sector plástico apoye la medida, concuerdan en que todavía hay “vacíos” que se deben aclarar.

“Aunque haya una exención para todas las unidades que sean biodegradables o reutilizables, por ejemplo, todavía no han reglamentado las especificaciones técnicas de estas”, resaltó Mitchell.

Además, agregó que si bien ya se tiene conocimiento de que el Minambiente trabaja para definir estas características, el decreto se conocería en cuestión de meses.

Por otro lado, Botero declaró que otra dificultad son las bolsas conocidas como las de ‘Precor’, que son los rollos de plástico que se emplean en las plazas de mercado para empacar los víveres. “No se especifica en la ley si estas bolsas también van a tener un impuesto. Pero lo que es peor, los establecimientos tampoco saben si pueden regalarlas o no”, manifestó.

Ahora bien, mientras estos “vacíos” regulatorios se definen, lo cierto es que los comerciantes y empresarios se acogerán a una norma que busca desestimular el uso de las bolsas plásticas en el país, además de generar conciencia en los hogares para optimizar su uso.

“Estamos de acuerdo y nosotros, desde el sector plástico también hemos implementado medidas para el manejo responsable. Los empresarios están cada vez más abiertos a implementar prácticas amigables con el medio ambiente y fabricar, por ejemplo, productos biodegradables”, concluyó Mitchell.