Los centros de estudios han reconocido el avance de la economía en la primera mitad de la administración del presidente Juan Manuel Santos.

Uno de los temas más destacados es la reducción de la tasa de desempleo, aunque los expertos insisten en que aún queda mucho por resolver en el mercado laboral.
 

El decano de Economía de la Universidad Nacional, Juan Guillermo García, dice que una curiosidad del actual Gobierno, o por lo menos atípica, son las cifras de desempleo, las cuales están bajando a pesar de la desaceleración de la economía.
 

“Creo que el país no tiene una política de empleo estructural”, dice.
 

Por su parte, el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, señala que en los últimos dos años, se han creado 1,9 millones de empleos y, a pesar de que algunos sectores ya muestran una desaceleración, como la industria y el comercio, se ve un incremento en la cantidad de puestos de trabajo.
 

No obstante, señala que los indicadores de informalidad continúan siendo muy altos, por lo cual, “atacar de frente los problemas del mercado laboral debería ser prioridad para el gobierno”.
 

Según Villar, esto se produce en un escenario de crecimiento que aún es alto, con buenos indicadores macroeconómicos e inflación controlada.
 

PREOCUPA LA DEPENDENCIA DE BIENES BÁSICOS
 

Según expertos, esto podría afectar los ingresos del país y el avance de una de las locomotoras.
 

El director de Fedesarrollo señala que, si bien la economía está mejor preparada que en otros tiempos, “sería deseable tener un mayor ahorro fiscal y llegar a un superávit primario, dado que hemos tenido un periodo de auge en los precios de los bienes básicos”.
 

Explica que no solo ayudaría a cubrir los riesgos de la caída en los ingresos del país por menores precios de las materias primas, sino que ayudaría a combatir la apreciación cambiaria.
 

García, de la Universidad Nacional, prevé descenso en el valor de las exportaciones y poco aprovechamiento de los TLC debido a la falta de preparación por parte del sector productivo. “Creo que nos hemos apresurado a firmar acuerdos”.
 

En su opinión, la única locomotora que ha arrancado es la mineroenergética, pero podría detenerse si los precios siguen bajando.

Tomado de: Portafolio.co