Las regalías son el pago a todos los colombianos por la extracción de un bien colectivo extinguible como son el carbón, el petróleo, el oro y muchos otros minerales; la asignación del 10% de las regalías a la ciencia, tecnología e innovación es un avance clave en la inversión en el futuro de la sociedad, porque convierte riqueza agotable por talento, por riqueza intelectual, que es inagotable.

Al sumar los recursos de Colciencias (370mil millones anuales) y las regalías de ciencia, tecnología e innovación (867 mil millones anuales), el país cuenta hoy con 3,2 veces más recursos públicos para esta actividad, frente a los tradicionalmente asignados.
 

El sector privado debe aportar más también.
 

La primera ronda, en 2012, de proyectos de CT+i financiados con regalías, indica claramente que sectores como el agropecuario, educación y salud, la formación en maestrías y doctorados y la iniciación de los niños y niñas a la ciencia y la creatividad, con el programa ‘Ondas’, se impulsaron ampliamente.
 

Sin embargo, los proyectos de estudio, restauración, conservación y uso sostenible de nuestra riqueza natural significaron menos del 2% y la biotecnología recibió solo 0,14% de todos los recursos asignados.
 

Hábitat, que comprende vivienda, servicios públicos y ciudades, no tuvo proyectos.
 

El impacto positivo de las regalías en ciencia, tecnología e innovación no es solo cuantitativo, sino en lo cualitativo:
 

– Nuevos actores entran en escena. Los departamentos, municipios y entes territoriales indígenas y afrocolombianos pueden presentar los proyectos, que deben ser de alcance regional; esto aporta de manera importante al desarrollo endógeno de cada departamento. La ciencia se convierte en un elemento estratégico para el futuro territorial.
 

– Los recursos de regalías no se pierden si no se invierten cada año, puesto que se acumulan, lo cual disminuye las posibilidades de corrupción y de mediocridad de los proyectos.
 

– Las secretarías de planeación departamental jerarquizan y priorizan los proyectos de ciencia, tecnología e innovación en función de los planes de desarrollo departamental:, de los planes estratégicos de ciencia, tecnología e innovación (que fueron financiados por Colciencias), y de las agendas regionales de competitividad, lo cual garantiza coherencia y coordinación
 

– Los proyectos son evaluados por Colciencias, la cual llama a expertos en paneles interdisciplinarios que contemplan lo social, lo ambiental y el desarrollo regional, además del tema específico de los proyectos.
 

– El OCAD de ciencia, tecnología e Innovación, compuesto por seis rectores, seis gobernadores y cinco funcionarios del gobierno central ( Mineducación, MinTic, Minagricultura, DNP y Colciencias) acogen los resultados de la evaluación de Colciencias y debaten sobre la importancia y conveniencia de los proyectos. El sistema asegura transparencia, balance y equidad.
 

– Se pueden presentar proyectos hasta de 10 años de duración, generando “ciclos virtuosos” de conocimiento donde las ciencias básicas también caben y se logran resultados tangibles. La extensión del tiempo es muy importante para asegurar continuidad y profundidad del conocimiento.
 

– Las universidades y centros de investigación más avanzados se alían con los que están consolidándose para acelerar la transferencia y apropiación del conocimiento pertinente.
 

– La academia, las empresas, las entidades del Estado y la sociedad civil organizada deben participar en los proyectos, en la perspectiva de conocimiento más integral y aplicable, y sobre todo, de verdaderas redes de conocimiento. La academia está asumiendo una actitud mas proactiva frente a las regiones.
 

Debemos asumir una actitud de mayor confianza y proactividad frente a estas nuevas oportunidades ante un país que se acerca al posconflicto y presentar mas proyectos en torno a la biodiversidad, sistemas agrosilvopastoriles, agricultura biológica, que son mejores ante el cambio climático, y en la defensa del agua y la riqueza natural; Igualmente debemos proponer más ecovivienda, ciudades sostenibles, servicios públicos mas ecoeficientes.
 

Colciencias trabaja con MinAmbiente, Minagricultura y las CAR en la preparación de la Gran Expedición del Agua, la Biodiversidad y el Territorio en ese sentido. Presentaremos pronto al Congreso con el Ministerio de Hacienda una propuesta de impuestos y tasas verdes que induzcan a la producción y consumo más limpios. Insistiremos en el reciclaje y reaprovechamiento de residuos, energía y de agua y el diseño innovador de ciudades.
 

Las regalías son un gran impulso para una ciencia territorial, sostenible y ecoproductiva, que respete y nos permita aprender a vivir en paz con la naturaleza y a reemplazar los recursos extinguibles por los renovables y por la inteligencia como los motores del desarrollo. Se requiere además que cada sector invierta mucho más en investigación e innovación.
 

Es fundamental que más ciudadanos, mas sector privado, participen en los PECTI, Planes Estratégicos Regionales de Ciencia; en los Codecti, que son los consejos departamentales de ciencia, tecnología e innovación y que se presenten mas proyectos ante regalías de ciencia, tecnología e innovación, en compañía de comunidades indígenas o afrocolombianas de la ley 70, así como con entidades privadas y públicas. El sector privado aumenta productividad y competitividad si invierte en asociación con Colciencias e INNpulsa; podemos preparar proyectos conjuntamente para regalías.
 

Afortunadamente, los 125 proyectos que están llegando a Colciencias desde los departamentos, por valor superior a 1,1 billones de pesos, para aprovechar los recursos de 2013, y 14 de regalías, vienen con más proyectos de innovación, ambiente, biodiversidad y ciudades sostenibles. El tren de la ciencia está acelerando sigilosamente, como los autos eléctricos que no producen ruido y, sobre todo, en la dirección correcta.

Tomado de:portafolio.co