A la hora de tercerizar algunos de los procesos de una empresa, la eficiencia se da en la medida que no se sientan cambios negativos en los tiempos o resultados.

El propósito de hacer outsourcing es subcontratar aquellas actividades de una compañía que no son propias de su negocio tales como el almacenamiento de la información, las labores administrativas y financieras, las telecomunicaciones y hasta las de logística.

Sin embargo, a la hora de hacer control interno y un balance de resultados, se debe tener en cuenta que la compañía no debe cambiar su dinámica por cuenta de tercerizar este tipo de servicios. “La idea es que la empresa no sienta la diferencia entre hacer esas labores dentro de la misma compañía o a través de un tercero, más allá de factores positivos como el ahorro en costos o en tiempo de los procesos”, sostiene Pedro López, gerente de López y Asociados.

Las normas establecen en Colombia que en la subcontratación de servicios o tercerización de procesos de una empresa no se puede interferir en aspectos del proveedor del outsourcing, como la elección del personal contratado para suplir dichas actividades o la evaluación de desempeño a esos colaboradores; menos aún ejercer algún tipo de jerarquía. Para la realización del control deben tenerse en cuenta aspectos de consultoría que asocian el producto contratado con la entrega de resultados.

Lo anterior significa que al proveedor del servicio se le debe trazar una serie de tareas puntuales que deben ser entregadas en un periodo y frecuencia acordados, previo informe del proceso realizado y con los soportes necesarios que garanticen la transparencia de la operación. Eso garantizará la continuidad.


ALGUNOS PAÍSES DESTACADOS EN TERCERIZACIÓN

Argentina está tomando un rol prominente en el plano internacional del outsourcing, por cuenta de los beneficios que ofrece el gobierno para las actividades de tecnología de la información, las ventajas del costo de la denominada hora – hombre, en relación con los países desarrollados y la zona horaria compartida con Europa y Norteamérica.

Chile se destaca por su moderna infraestructura, apertura a los mercados y fuerza laboral capacitada.

Costa Rica se sigue posicionando como un fuerte destino de inversión extranjera. México cuenta con una posición geográfica privilegiada, numerosos tratados de libre comercio, mano de obra barata, alto sentido de calidad en la producción de todo tipo de mercancías y los modernos niveles de infraestructura.

Tomado de: https://www.portafolio.co/negocios/efectos-tercerizacion