Sin embargo y como lo demuestran las estadísticas, las familias son por lo general cumplidoras de sus obligaciones crediticias, pero para el Ejecutivo es mejor establecer filtros que eviten un  mayor endeudamiento.

Para lograr el objetivo, el Gobierno determinó a los establecimientos de crédito y el Fondo Nacional del Ahorro hacer provisiones adicionales de carácter transitorio en la medida en que su cartera de consumo presente mayores deterioros.

Según el Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, “es necesario promover el sano crecimiento y la correcta originación del crédito de consumo para prevenir problemas futuros”.

Para este propósito, la Superintendencia Financiera establecerá una provisión adicional en los nuevos créditos que otorguen las entidades en las que la cartera vencida presente mayores deterioros.

Este mecanismo permite que aquellas entidades en las que el crecimiento de la cartera vencida se ha acelerado, deban constituir una provisión adicional sobre la variación registrada en el último mes en el saldo del crédito. La provisión adicional se calcula sumándole a la  probabilidad de incumplimiento actual de cada obligación un 0.5 por ciento.

La nueva medida prudencial refuerza la establecida el año pasado por la Superfinanciera, que implicó mayores provisiones del crédito de consumo del orden del 9 por ciento  anual y busca estimular la sana originación de esta cartera.

Tomando el control

Para el analista e investigador del consumo, Camilo Herrera, “lo que el Gobierno está tomando son medidas preventivas, para evitar que se dispare sin control el crédito de consumo como sucedió en el 2006 y evitar situaciones complicadas como las que sucedieron en los años 1998 y 1999”.

De acuerdo con Herrera -presidente de la firma Raddar especializada en análisis de consumo- “más que las determinaciones del Ministerio de Hacienda las medidas de la Superintendencia Financiera son más duras y van dirigidas específicamente al crédito de consumo”.

Sin embargo, el analista considera que estas medidas de encaje por parte de los establecimiento financieros “lo que van a hacer es que los bancos sean más exigentes a la hora de aprobar los créditos, especialmente los de consumo, pero no creo que la gente deje de tomar los créditos por la buena situación económica del país, con más empleo y mayor crecimiento, por eso la coyuntura es favorable al crédito”.

Pese a que los hogares colombianos continúan demandando crédito de consumo de las entidades bancarias, la situación parece estar controlada y no se requerirá de medidas drásticas para frenarlo, tal como lo advirtió en una reciente oportunidad la Superintendencia Financiera.

La razón está en que, a juicio de la economista en jefe del BBVA Colombia, Juana Téllez, ese crecimiento fuerte en el crédito de consumo comienza a dar señales de ceder a partir del segundo semestre de 2012, con lo cual es válido esperar que el mercado se ajuste por sí solo, sin necesidad de medidas adicionales por parte de la autoridad.

En su opinión, resultaría muy preocupante mantener una tasa de crecimiento en consumo de 30 por ciento durante un año o un año y medio, pero no es la situación actual en la que, si bien el endeudamiento de los hogares es alto, hay que tener en cuenta que las personas no han dejado de cumplir con sus obligaciones crediticias, las perspectivas de empleo para 2012 son buenas y el sistema financiero cuenta con un nivel histórico de provisiones.

Eso sí, la menor dinámica de la cartera de consumo necesitará un empujón adicional, el cual se espera que venga de parte del Banco de la República que cuenta con espacio suficiente para ajustar su tasa de intervención del mercado.

De otro lado, los analistas del Bancolombia indican que los indicadores que reflejan el comportamiento de la demanda interna continúan brindando señales mixtas. En primer lugar, la confianza del consumidor, a pesar de que se desaceleró en marzo, se mantiene en un nivel elevado; lo mismo ocurre con la demanda de energía, que en marzo del año pasado había caído 1,8 por ciento y esta vez creció 4,8 por ciento.

Por su parte, las ventas minoristas se aceleraron entre enero y febrero, pero se mantienen creciendo a un ritmo inferior al de 2011, como reflejo de la menor dinámica que ha venido observándose en las ventas de vehículos.

En el frente externo, las exportaciones crecieron en febrero 22,5 por ciento en términos anuales, lo que corresponde a una moderación suave si se compara con los datos de enero y de febrero de 2011. Las ventas al exterior continúan jalonadas por las de productos tradicionales y en menor medida, por las no tradicionales. Conviene reseñar que el desempeño de las exportaciones tradicionales es reflejo en buena medida del comportamiento que ha tenido la producción industrial, la cual en febrero aumentó su ritmo de expansión frente a lo observado el año pasado.

El Banco emisor

De acuerdo al último informe de inflación que el Banco de la República reportó al Congreso, en Colombia el crecimiento anual de 6,1 por ciento del PIB para el cuarto trimestre de 2011, y de 5,9 por ciento para todo el año, estuvo en línea con lo proyectado por el equipo técnico del Banco.

Esta expansión de la economía estuvo liderada por un favorable desempeño de la demanda interna, con un incremento de 8,8 por ciento. Dicha cifra, superior en 3 puntos porcentuales al registro de 2010, fue similar a las observadas en 2006 y 2007, ambos periodos de auge económico.

Señala el informe que el incremento del consumo de los hogares de 6,5 por ciento, impulsado principalmente por la adquisición de bienes durables y semidurables, fue el componente de la demanda que más contribuyó a la expansión del PIB.

En cuanto al consumo privado, el Emisor señala que con los datos disponibles a comienzos de año apuntan a que su dinámica podría ser similar a la observada al final de 2011. Los indicadores de confianza de los consumidores, el buen comportamiento del mercado laboral y el crecimiento del crédito de consumo confirman igualmente la buena dinámica de este gasto.

Por todo lo anterior, el equipo técnico del Banco estima que en el primer trimestre del presente año el crecimiento anual de la economía colombiana presentaría una desaceleración frente al cuarto trimestre del año pasado, situándose en un rango entre 4,5 por ciento y 5,9 por ciento. Para todo 2012 el intervalo se mantuvo entre 4 por ciento y 6 por ciento.

El gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, dijo que el desarrollo de la actual política monetaria contribuye al buen funcionamiento de la economía y al bienestar de los colombianos, al actuar de manera oportuna para que la inflación se mantenga en niveles bajos y estables y la producción y el empleo crezcan a tasas que sean sostenibles. Para lograrlo, la Junta Directiva del Banco de la República evalúa las condiciones externas e internas, e identifica los frentes en los cuales es necesario actuar, para así ejecutar sus políticas.

A nivel interno, la economía colombiana continúa exhibiendo un importante crecimiento. Si la confianza y los precios internacionales de los principales productos de exportación continúan en niveles altos, cabría esperar que el dinamismo en la demanda continúe en los próximos trimestres y genere presiones de capacidad.

Al anterior riesgo se le suma el hecho de que el crédito a las empresas y a los hogares está aumentando a tasas elevadas y superando ampliamente el crecimiento del PIB nominal. Adicionalmente, los índices de precios de la vivienda nueva y de la usada siguen en niveles históricamente altos.

Indican los expertos que un crecimiento excesivo del crédito o del precio de algunos activos puede ser fuente de desequilibrios financieros en el largo plazo, con consecuencias negativas sobre la sostenibilidad del crecimiento del producto y el empleo.

El gasto de las familias

En Colombia, como en varios países latinoamericanos, la mayoría del gasto de consumo de los hogares es en comida. A ese destino va 32 por ciento del gasto, mientras en Estados Unidos solo 14,16 por ciento.

En promedio, los colombianos siguen prefiriendo comprar en el comercio tradicional, como tiendas, con 58 por ciento, y realizan los pagos en efectivo, con 95 por ciento, contra 5 por ciento con tarjeta de crédito. Camilo Herrera, presidente de Raddar, dice que “el gasto en alimentos pesa más que otros rubros como salud, vestuario y calzado, educación, cultura, vivienda, transporte o comunicaciones”.

A juicio de Herrera, el país lleva varios años haciendo un serio cambio en esta estructura de consumo y ha mostrado un aumento de la calidad de vida de los hogares.

Además, el país tiene retos para crecer a mayor velocidad frente a otros países de la región, ya que registra consumos per cápita inferiores en casi todas las categorías de consumo. Esos retos son los de mejorar la distribución de ingreso y aumentar la penetración bancaria y los medios de pago electrónicos, dice el experto.

Del total del gasto, 32 por ciento va a alimentos, en tanto que casi 25 por ciento va a vivienda, rubro que cubre equipamiento y financiación. Más de 17 por ciento va para transporte y luego están los gastos varios, por encima de 8 por ciento. Para salud y educación, los porcentajes de gasto son similares y rondan 4,8 por ciento. En cultura, diversión y esparcimiento, el gasto apenas es de 3,06 por ciento.

Las ventas minoristas

En el primer trimestre de 2012, las ventas de los Grandes Almacenes e Hipermercados Minoristas aumentaron 9,4 por ciento, frente al mismo trimestre de 2011, cuando registró un aumento de 6,2 por ciento, de acuerdo a cifras del Dane.

Es así como en los últimos doce meses hasta el primer trimestre de 2012, las ventas registraron un aumento de 8,8 por ciento respecto al año previo, cuando el crecimiento había presentado un aumento de 9,8 por ciento.

Se destaca la variación positiva de las siguientes líneas de mercancías: calzado, artículos de cuero y sucedáneos del cuero (28,5 por ciento), electrodomésticos y muebles para el hogar (13,6 por ciento), productos textiles y prendas de vestir (13,3 por ciento), artículos y utensilios de uso doméstico (12,0 por ciento), y productos de aseo personal, cosméticos y perfumería (11 por ciento).

Sin embargo, según Fenalco las ventas del comercio minorista han registrado variaciones menores, por lo que se podría pensar que el dinamismo se está moderando. “Por grupos de bienes todos presentan variaciones positivas, aunque aquellos que tienen los mayores incrementos reportan una disminución importante en el nivel de precios”.

Calidad de vida

De acuerdo a los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida de 2011, el  número promedio de hogares por vivienda en el país se mantuvo en 1,0 y el número promedio de personas por hogar en 2011 fue 3,6, inferior en 0,1 puntos porcentuales frente a lo registrado en el año 2010.

En los resultados presentados se presenta una reducción de la tenencia del servicio telefónico fijo en los hogares del país, mientras en 2010 este servicio era reportado por el 39,8 por ciento de hogares a nivel nacional, en 2011 se observó una reducción de 2,9 puntos porcentuales, equivalente a una cobertura del 36,9 por ciento de hogares.

Entre tanto se nota un aumento de hogares que disponen de teléfono celular, a nivel nacional, se refleja un incremento de 2,1 puntos porcentuales. El 90,2 por ciento de los hogares mencionó que algún miembro del hogar cuenta con teléfono celular para uso personal o del hogar, mientras que en 2010 era 88,1 por ciento.

Adicionalmente la encuesta señala que en el 2011, el 90,1 por ciento de la población colombiana se encontraba afiliada al Sistema General de Seguridad Social en Salud, lo que representó un incremento de 1,4 puntos porcentuales con respecto a la afiliación reportada en 2010, cuando registró 88,7 por ciento. Entre tanto, la tasa de analfabetismo alcanzó el 5,8 por ciento en el 2011, 0,5 puntos porcentuales menos de lo registrado en el 2010 (6,3 por ciento). En 2011, el 32,4 por ciento de los hogares del país tenían jefatura femenina, menor a lo registrado en 2010, cuando fue de 32,7 por ciento.

Tomado de: elnuevosiglo.com.co