Ser amigo del jefe puede ser un panorama lejano para algunos trabajadores. Sin embargo, tenga en cuenta que aunque no sea el mejor amigo, sí puede tratar de entablar unos lazos de amistad que ayudarán a fortalecer su confianza dentro de la empresa.

Así mismo, su jefe le puede entender con mayor facilidad eventos como la solicitud de un permiso debido a que seguramente ya está familiarizado con el tema o porque lo conoce tanto como para saber que usted no abusara de su confianza.

 

Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com Colombia, aseguró que “la amistad en el trabajo es algo que se da cada vez más frecuentemente, ya que la mayoría del tiempo se comparte con los compañeros de trabajo, pero lo importante es saber que trabajo y amistad son dos aspectos que se deben tratar por separado, y el no hacerlo, es lo que en ocasiones puede generar problemas, la confusión de roles en el ámbito laboral”

 

Sin embargo, tenga en cuenta de sobrepasar los límites jerárquicos y no aprovechar esa amistad para tener privilegios sobre los otros empleados o creer que tiene tanto poder dentro de la compañía como su jefe.
 

Para Garcés, es aconsejable separar lo personal de lo laboral, jamás tomar las decisiones o discusiones laborales de manera personal, pues estas terminarán afectando la consecución de nuestros objetivos en la compañía.
 

Cuando existe una relación de amistad entre jefe y subalterno, la agresividad, hablar sin pensar las cosas, imponer los propios criterios, moverse por un interés particular, entre otras cosas, puede ser definitivo para deteriorar sin remedio lo que se lleva a cabo tanto a nivel personal como laboral, ya que muchas veces, el “uso” de esta amistad se puede interpretar como una licencia para faltar el respeto y/o faltar al compromiso que tenemos en nuestro quehacer diario.
 

¿Cómo ser amigo de su jefe?
 

-Recuerde que no necesariamente tiene que convertirse en el íntimo amigo, no se exceda al preguntar por su vida personal o familiar, puede pasar por entrometido. Mantenga la distancia hasta donde su jefe se lo permita.
 

-Un amigo es aquel que está dispuesto a apoyarlo, orientarlo y también advertirle los riesgos que existen. Trate de hacer lo mismo con su jefe, muéstrele su lealtad, su compromiso y que está dispuesto a darle una mano cuando la necesite.
 

-“Dime con quién andas y te diré quién eres”, reza el refrán. Por esto, no lo quedará bien ser un empleado mediocre, por el contrario deberá esforzarse por sobresalir dentro de su grupo.
 

-Intente conocerlo. Sin inmiscuirse en su vida, trate de analizar cómo es, su formación y experiencia, su trayectoria dentro de la compañía, sus hábitos de trabajo, las metas que persigue, sus gustos y desagrados.
 

-Escuche lo que el jefe le está diciendo y trate de entender qué quiere y para dónde se dirige. Puede hacerle preguntas sobre lo que le está contando o preguntarle después sobre el tema. Probablemente su jefe sentirá que tiene un apoyo entre sus trabajadores.
 

-Cuando tiene un amigo seguramente no habla mal de él, tampoco le miente, ni lo engaña. Aplique lo mismo con su superior.
 

-Si le pregunta por su vida personal, cuéntele de manera muy breve sobre su familia, sus gustos o sus pasiones. Esto generará un acercamiento más allá del laboral.
 

-Sin llegar a ser “lambón”, esté atento de qué necesita su jefe, en qué le puede colaborar y qué puede hacer por él.
 

-Hay jefes que creen que al ser amigo del empleado se pierde el respeto y no obtienen del mismo desempeño de su trabajador. Sin embargo, expertos señalan que rinden más porque adquieren un mayor compromiso y lealtad frente a su jefe. Si su jefe piensa lo primero es mejor que se abstenga de interesarse por su vida personal y conserve cierta distancia.

Tomado de: finanzaspersonales.com.co