La reforma tributaria, el proyecto más importante del país en el segundo semestre en materia legislativa, está a un paso de convertirse en ley.

Es más, cuando apenas falta una semana para que finalice el actual periodo de sesiones del Congreso, en las cuentas del Gobierno no se maneja la opción de que el proyecto se hunda, pues consideran que existen todos los argumentos para que la iniciativa salga adelante, gracias a su inclinación en favor de la equidad tributaria y el sesgo favorable para la generación de empleo.

“No veo por dónde esta reforma sea regresiva”, dijo hace una semana el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al explicar las bondades del proyecto y la necesidad de que sea aprobado.

Sin embargo, la reforma no ha sido ajena a las críticas y las presiones. Además de las marchas convocadas por organizaciones sindicales y de trabajadores de entidades como el Sena y el Icbf, las centrales obreras han amenazado con no negociar el salario mínimo si el Gobierno no retira este proyecto del Congreso, lo cual no va a suceder.

Pero, además de las presiones sindicales, los principales temores del Gobierno radican en la resistencia que se ha registrado en algunos sectores del Congreso.

Esa es la razón por la que el Ejecutivo ha intensificado los contactos políticos para lograr el respaldo que le permita a la iniciativa afrontar el último envión en el Congreso, esta vez en las plenarias del Senado y de la Cámara. El sábado pasado el presidente Juan Manuel Santos le pidió públicamente al Congreso aprobar la reforma.

De hecho, el mandatario se reunirá con los miembros del partido de la ‘U’. Aunque se ha dicho que la reunión tiene como objetivo examinar algunas situaciones de descontento social, hay quienes dicen que la agenda está relacionada con la alineación de la bancada para aprobar la reforma tributaria.

Otro de los aspectos que generan algunas dudas es que los dos coordinadores ponentes, los congresistas Camilo Sánchez y Ángel Custodio Cabrera, han expresado su desacuerdo con algunos puntos de la reforma, e incluso Sánchez había pedido que la discusión se aplazara para el 2013 con el fin de darle más tiempo al debate.

Adicionalmente, se sabe que algunos miembros de la coalición de la Unidad Nacional no están satisfechos con determinados puntos de la reforma, lo que podría convertirse en un obstáculo para su aprobación.

EL CONSENSO

En medio del debate, hay consenso en que el país necesita simplificar las normas tributarias, razón por la cual el Gobierno cuenta con el apoyo de organizaciones del sector privado como la Andi.

Diferentes organizaciones respaldan la idea del Gobierno de generar condiciones propicias para la creación de empleo, reducir las tarifas del IVA, disminuir los aportes parafiscales al Sena y al Icbf, así como establecer mecanismos evidentes de equidad tributaria en favor de las personas de menores ingresos.

ANALISTAS, EMPRESARIOS Y ACADÉMICOS LANZAN ALERTAS

Al menos una decena de artículos de la reforma se han convertido en los puntos álgidos. Según un informe del Instituto de Ciencia Política, existen observaciones respecto a la reducción de los parafiscales destinados al Icbf y el Sena; la posibilidad de generar un millón de empleos con la reforma, se exige mayor claridad sobre el impuesto IMAN, especialmente en lo que tiene que ver con primas que reciben los trabajadores por concepto de vacaciones y antigüedad. También se dice que una reforma integral o estructural sigue pendiente. Sin embargo, el Ministro de Hacienda sostiene que el proyecto no buscaba ese objetivo, y que eso quedó claro desde el principio, incluyendo el hecho de que el foco principal no sería el de aumentar el recaudo por la vía de nuevos impuestos, sino equilibrar la carga tributaria.

El pasado viernes, en Bucaramanga, los gremios de esa región del país se reunieron con el ministro Cárdenas y le presentaron un pliego de solicitudes, todas ellas relacionadas con la necesidad de mantener algunos incentivos a la producción y crear otros. Sobre las consideraciones gremiales, el ministro precisó que el Sena y el Icbf pueden estar tranquilos porque se les dará un porcentaje del impuesto de renta que compensará lo que dejarán de captar por parafiscales. Sobre una queja relacionada con el ‘leasing’, el Ministro fue enfático en precisar que el Gobierno no usará la reforma para dar más extensiones y beneficios.

TOMADO DE: Portafolio.co