Luego de encontrar que era ilícito entregar a terceros las bases de datos para la labor tributaria y que en cinco años los costos del recaudo crecieron a un nivel superior al monto que efectivamente ingresaba por impuestos, Cali decidió volver a asumir su gestión tributaria.

Así las cosas, el Municipio terminó unilateralmente el contrato que tenía con Sicali, vigente desde el 2005.
 

Además, desde el 2007 se observa un estancamiento, pues, según las cifras de hacienda municipal, el crecimiento promedio anual real ha sido de 0,93 por ciento.
 

La directora de Hacienda de Cali, Cristina Arango, dice que “Cali tenía un recaudo vegetativo, y esto está relacionado con que la fórmula utilizada para el pago a terceros no daba incentivos para adelantar gestión tributaria, pues, sin hacer mucho esfuerzo, sus ingresos venían creciendo”.
 

Durante el tiempo que duró el contrato, los costos aumentaron más de 50 por ciento, ya que la ciudad pasó de 23 pesos por cada 1.000 pesos recaudados a gastar 34 pesos por cada 1.000 recaudados.
 

Ese aumento no se compensó con los ingresos.
 

En el 2003, por cada peso gastado entraban 44,37 pesos, mientras que entre el 2007 y el 2011 ingresaron, en promedio, 29,42 pesos, una diferencia del 33 por ciento.

Tomado de: Portafolio.co