El país está a punto de iniciar una discusión sobre el bienestar social de los trabajadores y sus familias. Se trata del debate de si las cajas de compensación familiar deben prestar sus servicios solo a los asalariados y sus familiares (16,6 millones), y que los programas para población pobre no afiliada los atiendan otras instituciones, con el presupuesto nacional.

 

El vicepresidente jurídico de la Andi, Alberto Echavarría, expresó que si los recursos que aportan las empresas a las cajas son para los trabajadores y sus familias, “la Andi apoya la parafiscalidad, pero que, si son para cubrir necesidades básicas de los colombianos, hay que discutir el tema”.

 

El ministro del Trabajo, Luis Eduardo Garzón, dijo que entre los temas pendientes de discusión está la focalización de la actividad de las cajas, que hoy realizan muchas labores.

 

Álvaro José Cobo, presidente de Asocajas, que esta semana realiza su congreso número 26 en Cartagena, afirmó que “los gobiernos han ido llenando a las cajas de programas sociales (para otros grupos de colombianos), muy loables desde el punto de vista social, pero privando a los trabajadores de disfrutar a plenitud los recursos que aportan los empleadores”.

 

¿Ese es el debate que se piensa abrir?

 

Sí, porque hay que tener en cuenta que esos recursos son para invertirlos en el trabajador y su familia.

 

¿A qué otros programas se refiere?

 

Entregamos recursos para financiar parte del Fosyga (salud), para jornadas escolares, para temas relacionados con la infancia y la atención de niños de 0 a 6 años, entre otros, que es población no afiliada. A esos programas dedicamos casi un punto (1,2 billones de pesos) de los cuatro que reciben las cajas.

 

¿Y qué hacer con esas personas si prospera ese planteamiento?

 

Un Estado tiene que tener los recursos necesarios para atender a los niños y a las personas más vulnerables, de manera que los dineros que reciben las cajas de los empleadores lleguen en su totalidad a los trabajadores y sus familias, que fue el propósito con el cual nacieron hace 60 años las cajas.

 

¿Y qué harían con los recursos que se liberan al no atender a esa población?

 

Se destinarían a los programas de las cajas para los trabajadores afiliados. El miércoles, por ejemplo, estuvo aquí (en Asocajas) el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, pues hay una visión de crecer en una alianza entre las cajas y el Gobierno Nacional con el fin de darle mayor impulso a la vivienda de interés social. Si esto se lograra, parte de esos recursos engrosarían los fondos disponibles para darles vivienda a un número mayor de trabajadores.

 

¿De qué trata lo de la gobernabilidad?

 

Discutir los temas relacionados con gobiernos corporativos en las cajas de compensación, actualizar su gobernabilidad partiendo de un hecho que ha sido fundamental para el sistema: la participación de los empleadores y los trabajadores en los consejos directivos.

 

¿Y el manejo de los recursos?

 

Hay dos asuntos que pueden surgir y es que las cajas tienen inspección, vigilancia y control de la Superintendencia de Subsidio Familiar, y tienen control fiscal de la Contraloría General de la República. La idea es que, desde la visión actualizada del manejo del subsidio, estas instituciones se atemperen a esa realidad.

 

¿Y en control fiscal?

 

Queremos que se mire a las cajas como lo que son: instituciones que manejan una prestación social, que obtienen recursos de origen público, pero que también tienen recursos de origen privado; que ese control fiscal reconozca ese tipo de institucionalidad.

 

¿No temen las cajas salir lastimadas de ese debate?

 

Hay que focalizar el sistema del subsidio familiar. Cuando el aporte del empleador se destina a una población diferente al trabajador se convierte en un impuesto, y los empresarios pagan impuestos para atender, precisamente, a esas poblaciones.

 

Tomadode:https://www.eltiempo.com/economia/sectores/cajas-de-compensacion-plantean-debate-sobre-beneficios-a-asalariados/14752461