Bogotá es la ciudad colombiana que presenta las mejores condiciones para trabajar: entre 23 capitales ofrece ingresos adecuados, estabilidad laboral, seguridad social y horas de trabajo razonable.
 

Es lo que cabe esperar de la capital, del mayor centro de producción y consumo, de la población con mayor grado de escolaridad, y con el segundo desempleo más bajo.
 

Por el contrario, Cúcuta, situada en una compleja zona fronteriza con Venezuela, con una alta tasa de desempleo e informalidad, aparece en el último lugar del escalafón de calidad del empleo elaborado por el Observatorio del Mercado de Trabajo de la Universidad Externado.
 

Si quienes trabajan en Bogotá ya estaban sacando pecho, lo mejor es que se vayan desinflando, pues el liderazgo no lo ejerce con un elevado puntaje y podría recordarse el dicho de que en tierra de ciegos el tuerto es rey.
 

El director del Observatorio, Stefano Farné, explicó que un reciente análisis ha mostrado que para la calidad del empleo de los asalariados resultan particularmente importantes los ingresos laborales, la formalidad, la afiliación a seguridad social y la existencia y modalidad de un contrato laboral escrito.
 

Con esas cuatro variables y la asignación de unas ponderaciones, una investigación del Observatorio construyó un índice sintético de calidad del empleo; este se define como precario cuando el índice tiene valores cercanos a cero, y de muy buena calidad cuando se aproxima a un puntaje de 100.
 

Bogotá, que ocupa el primer lugar, ni siquiera alcanzó a 50 puntos en el primer semestre de este año y aunque mantiene el liderato tuvo un retroceso frente al mismo periodo del 2010.
 

El índice de calidad del empleo promedio para las 23 capitales de departamento observadas fue de 34,5, una mejoría de un punto respecto de igual lapso de hace tres años.
 

A la capital colombiana le siguen muy de cerca Tunja, Medellín y Manizales.
 

Más atrás se encuentran Pereira, Bucaramanga y Popayán.
 

Farné observa que grandes ciudades como Cali, Cartagena y Barranquilla –las dos últimas con importantes puertos marítimos sobre el Atlántico y llamadas a ocupar los primeros lugares en el aprovechamiento de los tratados comerciales, lo que incluye la generación de puestos de trabajo de calidad– están en escalones nada envidiables.
 

Sincelejo, Quibdó y Cúcuta finalizan, en ese orden, el escalafón, con valores del índice notablemente inferiores a los de las primeras.
 

“Aunque lograron elevar de manera significativa su índice general durante los últimos tres años, Quibdó y Riohacha siguen estando entre las ciudades con la más baja calidad del empleo en Colombia”, comentó el director del Observatorio.
 

Por otro lado, Popayán, Valledupar y Pasto mejoraron en forma apreciable las condiciones laborales de sus trabajadores.
 

De acuerdo con el estudio, Popayán es la mejor ciudad para asalariados, mientras Bogotá es la mejor para trabajadores independientes.
 

Las diferencias entre ciudades en los cuatro componentes del índice son sustanciales: Cartagena, por ejemplo, es la ciudad donde menos personas trabajan jornadas laborales extensas; en el extremo opuesto están Cúcuta y Villavicencio.
 

La cobertura de seguridad social contributiva es alta en Manizales, Medellín y Bogotá, muy por encima de Sincelejo y Quibdó.
 

INGRESOS LABORALES, BAJOS EN TODO EL PAÍS
 

La investigación confirma las “ya conocidas pobres condiciones cualitativas que caracterizan el mercado del trabajo en Colombia” y que el país ha progresado muy poco en los últimos tres años, a pesar del recuperado crecimiento económico y de los esfuerzos del Gobierno para formalizar la economía, mejorar el diálogo social y reducir los abusos y ambigüedades de las relaciones laborales tercerizadas.
 

Respecto a los ingresos laborales, bajos en todo el territorio nacional, Bogotá registra el mayor valor y Cúcuta, el menor.
 

Stefano Farné se declaró sorprendido porque centros urbanos como Barranquilla y Cartagena se ubiquen en la parte inferior de la escala territorial de ingresos.

tomado de:portafolio.co