(Portafolio) Ingresar más mercancía de la declarada, subfacturar y crear empresas de papel, son algunas de las estrategias de las organizaciones delictivas que buscan burlar los controles de la Dian.

Luego de haber sobrevivido a dos atentados por parte de bandas criminales, Claudia Gaviria, directora de gestión aduanera de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), sabe que ha dado golpes certeros contra la ilegalidad y el contrabando, por lo que en el 2018 el plan será entender mejor su modus operandi y atacarlas con mayor sorpresa.

En diálogo con Portafolio, Gaviria aseguró que desde la expedición de la ley anticontrabando se han desarticulado 43 organizaciones delictivas, que tenían un radio de acción avaluado en $2,1 billones. Por otro lado, insistió en la tarea de poder llegar a exportar en 48 horas, con la disposición de todos los actores de la cadena. En lo que corresponde a las aduanas, manifestó que hoy en día el proceso toma en promedio unas 22 horas.

¿Cuáles son las principales falencias y fortalezas de las aduanas nacionales?

Las fortalezas están del lado del equipo humano, ya que contamos con gente preparada para prestar un servicio adecuado al comercio exterior en el país. De enero a septiembre del 2017 se registraron unos US$62.000 millones en exportaciones e importaciones, que corresponden a 130 millones de toneladas de mercancía que pasan por las aduanas, y que en buena parte son la base del crecimiento económico y de la generación de empleo para los colombianos. Además, hemos tenido una participación cada vez más cercana con el sector privado, que es parte fundamental de la cadena de comercio exterior.

Hay un proceso para modernizar la aduana colombiana con una serie de estrategias y ha sido fundamental el cambio legislativo de los últimos años. Estamos en busca de las mejores prácticas internacionales, por lo que el país ha adquirido compromisos aduaneros en los acuerdos comerciales que se han firmado. Del lado de las falencias, hay que señalar que el mayor enemigo de las aduanas son las bandas criminales transnacionales. Son muy poderosas, ya que día tras día intentan superar nuestro esfuerzo y conocimiento. Igualmente, se debe trabajar el tema de infraestructura en puertos, aeropuertos y pasos de frontera, entre otros aspectos. Obviamente no se van a desconocer los avances que el Gobierno ha hecho en los últimos años en este sentido.

¿Qué estrategias les han detectado a las bandas criminales?

La subfacturación, la creación de empresas de papel, el ingreso de más mercancías de la que se declara, todo ello para poder lavar dinero. Esto es un ciclo y estamos detectando diariamente las posibles tipologías y los modus operandi, para atacar con más sorpresa estas prácticas ilegales. Desde la expedición de la ley anticontrabando se han desarticulado 43 organizaciones delictivas, que tenían un radio de acción avaluado en $2,1 billones.

¿Cuáles son las aduanas más sensibles, que requieren mayor control frente al contrabando y otros flagelos?

Tenemos 24 aduanas que cubren el país a lo largo y ancho, y todas tienen serios riesgos. No solo es contrabando, sino también piratería, falsificación, lavado de dinero, entre otros crímenes transfronterizos. Las aduanas más grandes en valor y en volumen de sus operaciones, como son Buenaventura, Cartagena y Bogotá, requieren mayores controles. Sin embargo, hay algunas pequeñas que también precisan de inspecciones especiales.

¿Qué productos son más sensibles a la hora de ser revisados en las aduanas?

Las bandas criminales no nos permiten establecer un ranquin de los más riesgosos, porque van mutando y cambiando los productos de contrabando. No obstante, la experiencia reciente que hemos tenido nos da una hoja de ruta sobre ciertas mercancías, con un control previo y posterior. En los que tradicionalmente hay grandes controles son licores, textiles, confecciones, calzado y artículos de tecnología, entre otros.

¿Cómo están los tiempos aduaneros colombianos comparados con los de otros países?

Primero, hay que decir que hemos tenido una muy buena participación y cooperación con otras aduanas, como la estadounidense y la coreana, al igual que recomendaciones del BID y del Banco Mundial. Según algunos estudios del sector privado, el proceso de importación lleva unas 217 horas, en toda la cadena, incluidos transportadores, aeropuertos, agencias de aduanas, etc. En distintos acuerdos comerciales, Colombia se comprometió a poder hacerlo en 48 horas y para allá vamos. En la nueva reglamentación aduanera hemos incluido propuestas para poder lograrlo. Del lado que corresponde a las aduanas, que es el proceso de inspección, vemos que el promedio es de 22 horas y cuando es de levante automático no toma ningún tiempo.

¿Cuál es el balance de la entrada de productos de contrabando desde países fronterizos, como Ecuador con el arroz y Venezuela con la carne?

Hemos dado golpes fuertes en las zonas fronterizas con Venezuela. Desde la entrada en vigencia de la ley anticontrabando hemos realizado aprehensiones por un valor superior a los $226.000 millones en animales vivos, hidrocarburos, materiales textiles, confecciones, productos de la industria química, tabacos, licores y calzado, entre otros. Asimismo, desde julio del 2017, con la emergencia sanitaria de la aftosa, se han dado acciones en carne por más de 120 toneladas, que representaron unos $1.400 millones. En Ipiales se han dado 38 aprehensiones por un valor de $1.500 millones.

¿Cuáles son los grandes proyectos y planes que tienen con relación a las aduanas para el 2018?

Vamos a concentrarnos en complementar la reglamentación e implementación del Decreto 390 del 2016, con temas como el pago electrónico obligatorio. Queremos mejorar el sistema de perfilamiento de riesgo e implementar los nuevos sistemas electrónicos aduaneros, que son un soporte importante para la aduana y los usuarios, con el fin de mejorar la competitividad y facilitar el comercio.

Obtenido Por: El Portafolio