El Banco Central Europeo (BCE) redujo el jueves su tasa de interés referencial a un nuevo mínimo histórico, en un intento por inyectar vida a una economía al borde de la recesión y de potenciar las medidas acordadas la semana pasada por los líderes europeos para enfrentar la crisis de deuda.

La rebaja de 25 puntos básicos, que dejó la tasa en un 0,75 por ciento, estuvo en línea con lo esperado por el mercado y se produce tras conocerse una serie de datos económicos que mostraron que incluso Alemania, que venía resistiendo los efectos de la crisis, está comenzando a sentir el impacto.

Las acciones europeas extendieron sus alzas tras la noticia, mientras que el euro cayó. En total, 48 de 71 economistas consultados en un sondeo de Reuters esperaban que el banco rebajara la tasa, la mayoría de ellos en 25 puntos básicos. “Este resultado es probablemente el más aceptable para el BCE en esta etapa”, dijo el economista de Nomura, Jens Sondergaard, que había pronosticado una rebaja de 0,50 puntos porcentuales en la tasa referencial.

“Pienso que la gran cuestión es si fue o no una decisión unánime, o si hay miembros que hubieran preferido no hacer cambios”, se preguntó.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo el jueves que el crecimiento económico de la zona euro sigue débil y los indicadores del segundo trimestre reflejan esa tendencia en un ambiente marcado por la incertidumbre.

“La expansión económica continúa siendo débil, con una incertidumbre creciente que afecta la confianza”, señaló poco después del anuncio del BCE.

La decisión del BCE se conoció poco después de que China y Gran Bretaña anunciaron también medidas de estímulo monetario. Además de bajar su tasa de préstamos, el BCE recortó a un 0 por ciento desde un 0,25 por ciento su tasa de depósitos, la cual es una suerte de piso para las tasas del mercado interbancario.

La reducción de la tasa de depósitos marca un intento por alentar a los bancos a prestar sus fondos en el mercado a otros bancos, donde recibirán una tasa más alta.

El banco central se encuentra bajo presión de los inversionistas e incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que tome medidas más audaces, con la directora gerente del fondo, Christine Lagarde, instando al banco a reanudar sus compras de bonos soberanos – un escenario poco probable.

Un recorte de las tasas de interés no es visto como una panacea para los problemas de la zona euro, que se derivan de una pérdida de confianza en las finanzas estatales y bancarias, pero una reducción en los costos de endeudamiento demuestra que el BCE está listo para dar vida a la alicaída economía.

REUTERS

Tomado de: portafolio.co