Incluso algunos sectores se arriesgan a mencionar que la suspensión enviaría mensajes preocupantes a los inversionistas y a las firmas calificadoras de la deuda soberana y que precisamente estaban a la espera del rumbo macroeconómico para elevar la nota positiva.

La reforma, de la que ya se habían adelantado algunos de los puntos claves, más que tener como objetivo de aumentar los ingresos del fisco, tenía como finalidad ordenar el cobro del IVA, extender y disminuir el pago de renta, y agilizar el pago de tributos tanto de personas naturales como jurídicas.

Sin embargo, dado el mal ambiente que quedó entre los poderes legislativo y ejecutivo tras la malograda reforma a la justicia, la Administración Santos prefirió dejar para más adelante la presentación de una reforma tributaria.

“La prioridad del Gobierno en el aspecto tributario es que aumenten el recaudo de impuestos, lo que actualmente se está logrando y con lo que se superaría la meta de los 100 billones de pesos para este año. Con esos recursos, el Ejecutivo no tiene las presiones para adelantar una reforma que por el momento carece del ambiente y quedaría colgada en el Congreso”, afirma el profesor de la Universidad Nacional, Bernardo Ramírez.

De todos modos, Ramírez sostiene que la decisión del Gobierno podría enviar un mensaje negativo a los inversionistas pero sobre todo a las firmas calificadoras.

“El proyecto de reforma, que prácticamente ya estaba socializada con mucho sectores y que aparecía en todas las discusiones y en foros donde hacía presencia el Gobierno, era presentada como una de las medidas fundamentales de la Administración para ordenar las finanzas, de allí que su suspensión hará dudar a los inversionistas que algo está pasando en el país y que es mejor esperar un mejor momento para colocar sus recursos”, manifiesta el investigador.

En esta misma línea, el analista de Gesvalores, Gerardo Bernal, dice que “otro elemento que debería valorar el Gobierno para no adelantar la reforma tributaria es que la decisión llega en el momento preciso que las firmas calificadoras de la deuda están analizando si confirman la  nota que otorgaron al país y que permitió que la economía recobrara la confianza y se disparara la inversión extranjera”.

Precisamente,  hace 15 días la firma calificadora Fitch Ratings reafirmó el grado de inversión a la economía colombiana al ratificar la nota BBB-, con lo que se reducía la posibilidad que durante este año fuese rebajada la calidad de la deuda.

De acuerdo con los analistas de Correval, con esa ratificación “se reduce considerablemente la probabilidad de que durante este año se observe un cambio en el outlook por parte de alguna agencia”.

Incluso el director ejecutivo de S&P para América Latina, Víctor Herrera,  había afirmado que “para 2012 es muy difícil que se haga una revisión de la calificación o del Outlook del país a la espera de lo que suceda con el proyecto de reforma tributaria”.

Por su parte, el investigador privado Gonzalo Rodríguez, afirmó que de todos modos “como la iniciativa no está dirigida a obtener grandes recursos para cuadrar las finanzas, sino es mejorar la estructura tributaria para mejorar los ingresos a mediano plazo, las consecuencias no pueden ser todas negativas. El mensaje es que el Gobierno sigue siendo responsable en el manejo de la economía y que toma decisiones convenientes para la economía”.

De la misma forma, la Agencia Calificadora Dominion Bond Rating Service, la última en otorgar las calificaciones de la Nación de estable a positivo, señaló en un informe que “el cambio en la perspectiva es de gran importancia pues señala la posibilidad de un incremento en el futuro en la calificación. Esta decisión estaría sujeta al monitoreo de la agencia tras revisar la implementación de las reformas aprobadas y al mantenimiento de la tendencia de la consolidación fiscal y la reducción en los niveles de deuda”.

De igual manera, hizo énfasis en que los esfuerzos en materia de reformas han estado acompañados de un desempeño fiscal mejor al inicialmente esperado, gracias en buena medida al excelente comportamiento del recaudo tributario, permitiendo a su vez que la deuda pública retome su senda decreciente.

En la misma medida, el excelente comportamiento de la inversión, la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la solidez del sistema financiero, el tipo de cambio flexible y el aumento en la inversión extranjera directa son señalados por la agencia como aspectos positivos de la economía colombiana y fortalezas ante la actual coyuntura de riesgo a nivel internacional.

Las calificaciones a Colombia

Año y medio después de haber recibido una mejora en el grado de inversión por parte de las firmas calificadoras, Standard And Poor’s (S&P), Fitch y Moodys, la economía colombiana se fortaleció y mostró resultados positivos tanto en el crecimiento como en la inflación y su política monetaria.

Las primeras en certificar el aumento de perspectiva a la economía, fueron  S&P y Fitch, que le otorgaron al país el grado de ‘BBB-‘, mientras que Moodys le dio el ‘Baa3’ dentro de su escala. Con esta condición a su favor, el país comenzó a experimentar un aumento en la inversión extranjera, una mejor perspectiva a la deuda y un crecimiento de las principales actividades que permitieron arrojar un Producto Interno Bruto de 5,9 por ciento para 2011.

La clave para elevar la calificación al país, fueron la aprobación de una serie de reformas fiscales en el Congreso, la disminución de los niveles de deuda y la mejora en sus fundamentales económicos.

Para los analistas otros elementos que ayudaron al país fueron un dinamismo de su economía impulsado por el auge de la exploración y explotación petrolera y minera luego de aumentar las condiciones de seguridad.

Otra de las consecuencias directas en el incremento del clima de inversión, fue la llegada masiva de recursos a sectores como el petrolero, el minero, el financiero y de servicios, lo que también permitió que la inversión extranjera superara con creces los 13 mil millones de dólares.

A la par con este resultado, asimismo se benefició la generación de empleo en el país, con lo que a finales del 2011 se logró cifras de un dígito en la desocupación.

Hace poco, la Agencia Calificadora Dominion Bond Rating Service, dijo que la perspectiva positiva en las calificaciones de deuda externa e interna de largo plazo de la Nación, actualmente en BBB (Low) y BBB respectivamente, refleja la mayor fortaleza del marco fiscal y las expectativas favorables de crecimiento de mediano plazo, factores que a su vez inciden positivamente en el proceso de consolidación fiscal y en la sostenibilidad de la deuda.

Los puntos clave del proyecto

Aunque el Gobierno siempre negó que ya estuviera listo el proyecto de Reforma, varios puntos fueron conocidos por los medios.

1- El IVA del 5% se aplicaría a carne, pescado, leches, quesos, papa, cebollas, hortalizas, frutas, avena, maíz, arroz, sorgo, caña de azúcar, sal, tomates, café, harina de trigo,  entre un lista extensa.

2- El IVA a Vehículos pasa de un rango entre el 20% y 30% al 16%. Para taxis, vehículos para 10 pasajeros, ambulancias, motos hasta 185 cc, camperos y pick up (cuyo valor en puerto no supere los 30 mil dólares), barcos de recreo y deporte.

3- Para las personas que compren por primera vez una casa o apartamento por un valor aproximado de $150 millones con el sistema de Ahorro para el Fomento de la Construcción, AFC, este activo no hará parte de la base para aplicar la retención en la fuente.

4-Se reactiva un régimen especial para las herencias, llamado, masa global hereditaria, una medida que se había derogado en 1983. La tarifa será del 10%.

5- Si las ONG o fundaciones deciden destinar los excedentes para otras actividades el impuesto pasa del 20% al 27%.

6- La tarifa máxima de renta pasa del 33% al 50%, este último corresponde únicamente para una base gravable de $1.500 millones en adelante. La tarifa promedio será de 27%.

7- Las personas naturales que declaren podrán solicitar un descuento tributario del 30%, sobre los aportes parafiscales de la empleada doméstica.

8- Los dividendos y participaciones que correspondan a las utilidades comerciales estarán gravados con el 4%.

Tomado de: elnuevosiglo.com.co