Una pérdida del poder adquisitivo del 0,1 por ciento experimentaron los asalariados colombianos el año pasado, frente a un crecimiento promedio del 1 por ciento de los salarios reales en nueve países de América Latina.

Así lo evidenció el estudio ‘Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe’, de la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según el cual la diferencia puede obedecer a que el desempleo en el país, si bien ha bajado, sigue siendo alto frente a otras naciones, lo que afecta las estadísticas, y a que solo se contaron los empleos de la industria manufacturera.

Analistas locales hacen otro análisis. Si bien se han creado más puestos de trabajo, también más gente ha salido a buscar puesto. A eso se suma el empleo de mala calidad, que es mal remunerado, o el familiar, que por lo general no es pago.

El informe señala que, si bien las economías de los países de la región, incluida la de Colombia, crecieron a buen ritmo y los avances en formalización laboral y creación de nuevos puestos de trabajo son innegables, la redistribución sigue siendo desfavorable para los empleados. Esta situación puede convertirse en un freno para las metas de reducción de pobreza que tiene el país.

La realidad de América Latina, según la investigación, es que “los salarios reales del empleo formal en nueve países tuvieron un crecimiento en torno al 1 por ciento”.

Por naciones, los salarios medios crecieron de manera robusta en Uruguay (4 por ciento), Venezuela (3 por ciento), Paraguay (2,8 por ciento), Chile (2,5 por ciento) y Brasil (1,4 por ciento), mientras que la dinámica fue más moderada en México (0,8 por ciento), Panamá (0,7 por ciento) y Nicaragua (0,1 por ciento). Colombia fue el único en el que hubo pérdida del poder adquisitivo (-0,1 por ciento).

POR QUÉ CAE EN COLOMBIA

Jürgen Weller, coautor del estudio, advierte que, si bien puede haber un problema de comparación, porque en el caso de Colombia se tomó el dato solo de los salarios en la industria manufacturera, es claro que hay un estancamiento del salario medio.

“Estimo que este resultado se debe a que en Colombia el desempleo ha bajado en los últimos años, pero sigue siendo relativamente alto en comparación con los demás países de la región, lo que puede ser un factor que impide que las estadísticas reflejen aumentos mayores de los salarios”.

Para Jaime Tenjo, decano de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, aunque parezca lo contrario, el desempleo en el país en realidad no ha bajado.

“Se crea empleo, pero entra más gente al mercado laboral. Lo que hay es un empate técnico. No sube, pero tampoco cae”. Agrega que la pérdida de poder adquisitivo en Colombia que halló la Cepal tiene múltiples posibilidades de interpretación.

Pesa el hecho de que, aunque las cifras oficiales señalan que el mejoramiento del empleo asalariado ha sido fuerte, algunos renglones, como el del empleo familiar, reducen las cuentas del desempleo, pero son trabajos no remunerados.

OTRAS RAZONES

En Colombia, los empleos siguen siendo de mala calidad. “La mayor proporción de empleos nuevos en la región son formales, con protección social y todas las de la ley. En algunos países se han dado estímulos para formalizar el empleo, como en Colombia. Pero en conjunto y en una proporción elevada los empleos son de mala calidad, baja productividad y bajo ingreso. Nos falta mucho para mejorar”, dice Jaime Tenjo.

Tomado de: portafolio.co