Alguien que se fije varios objetivos como comprar casa o automóvil, continuar estudios universitarios, hacer una especialización o montar negocio propio,  está pensando en aumentar su patrimonio y está recorriendo el camino correcto.
 

En el planteamiento de metas inciden varios aspectos como la edad, el estado civil y la capacidad de ahorro, que ayudan a organizarlas de acuerdo con la prioridad de cada quien.


El fondo de ahorro, la prioridad

Antes de iniciar un ahorro dirigido a lograr metas patrimoniales concretas, lo primero que se debe conformar es un fondo e identificar lo que ahorra y con qué periodicidad.

Es recomendable que sin descuidar otros aspectos de tipo personal o familiar, acuda a una entidad financiera que le ayude a identificar los mejores productos para que su dinero esté a salvo de sus “antojos” y que se adapte a sus necesidades.

Tenga en cuenta que lo importante de guardar sus ahorros no es generar grandes ganancias, si no conservarlo en un lugar seguro donde pueda mantener por lo menos el valor del dinero en el tiempo.
 

Ahorro e inversión

El ahorro y la inversión son dos cosas distintas. Ahorrar significa guardar parte de los ingresos con el fin de  planear el futuro. Solamente el que gasta menos de lo que gana podrá aportar a su patrimonio.

La clave para ahorrar está en controlar cuánto se gasta todos los meses.

La inversión consiste en diseñar una estrategia para administrar parte del dinero que no se gasta y obtener, de esta forma, rendimientos superiores a los que reciben en el corto plazo.

Se invierte, por ejemplo, cuando se adquiere una propiedad cuyo valor va aumentando al paso del tiempo y nos incrementa el poder adquisitivo cuando decidimos venderla.

Ahorro e inversión van de la mano: quien ahorra puede invertir y solamente quien se atreve a invertir el dinero podrá aumentar el patrimonio.

Tomado de: cuadresubolsillo.com