Para abril-junio, el Dane reportó que 4’477.000 jóvenes entre 14 y 26 años estaban ocupados, 311.000 más que en el mismo lapso del 2011, y que los desempleados sumaron 1’130.000, una reducción de 31.000.

La tasa de desocupación descendió de 20,6 a 19,1 por ciento.
 

Sin embargo, el 55 por ciento (171.000) del aumento de los ocupados, en ese grupo de la población, se registró en los renglones de los trabajadores familiares sin remuneración (TFR) y en los trabajadores por cuenta propia (TCP).
 

Promover el empleo formal entre los trabajadores jóvenes, y entre la población en general, es uno de los objetivos del Gobierno, que debe conducir a un aumento de sus ingresos y de la productividad de la economía.
 

Según el Ministerio de Trabajo, la Ley de Formalización y Generación de Empleo, más conocida como Ley de Primer Empleo, que rebaja impuestos a las empresas que contraten a menores de 28 años, ha logrado generar casi 500.000 plazas de trabajo para jóvenes.
 

Por otro lado, la mayoría de los trabajadores por cuenta propia se desenvuelven en la informalidad, sin afiliación a la salud contributiva y sin aportar a pensiones, características que cobijan a los que laboran sin recibir un pago.
 

Las cifras del Dane muestran que, en el periodo mencionado del 2012, los jóvenes que trabajan en el sector privado (particulares) ascendieron a 2’235.000, es decir, 149.000 más que un año atrás.

Tomado de: Portafolio.co