(El Tiempo) Unos dicen que impactará el mercado y otros, que esta oferta es mínima y no hay mayores riesgos.

Desde enero próximo, la compra y venta de viviendas nuevas que superen los 854 millones de pesos tendrán que pagar IVA del 5 por ciento.

Así lo estableció la reforma tributaria, que mide este indicador en Unidades de Valor Tributario (UVT). En este caso, se trata de 26.800 equivalentes, a precios de hoy, a ese monto.

Algunos analistas consideran que la entrada en vigencia de la norma afectará a este segmento; sin embargo, otros señalan que el hecho de que su participación en el mercado sea mínima les permitirá a los constructores sobrellevar la situación y moverse de acuerdo con lo que vaya trazando la economía.

Cifras de noviembre pasado de la firma Galería Inmobiliaria confirmaron esta tendencia: de un total de 80.687 viviendas de la oferta diferente a la social (no VIS), 4.734 están en el grupo de precios de más de 800 millones de pesos, es decir, apenas el 5,87 por ciento.

Incluso, para el caso específico de la oferta de más de 854 millones de pesos, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) señaló que suma 3.410 unidades, que corresponde al 2,5 por ciento de lo que hay para vender en el país; esto, con corte a octubre.

En varias ocasiones, la presidenta del gremio, Sandra Forero, también ha coincido en que no hay mayor riesgo, porque la oferta que supera ese monto en el país es mínima.

Opiniones encontradas

Otros van más allá y aseguran que las personas con la capacidad económica para adquirir una vivienda de 800 millones o más, no tienen inconvenientes en asumir un monto mayor, si el valor agregado de lo que compran está representado en más área y calidad. “Incluso, es común que este tipo de inversionistas destinen unos cuantos millones de más en diseño y adecuaciones para el inmueble adquirido, porque tienen los recursos”, dijo Diego Mesa, gerente de la firma Spazio W.

Del lado de quienes consideran que sí habrá un impacto está Mario Ciardelli, gerente de la constructora Amarilo: “Entendemos la necesidad de mantener las cuentas fiscales en orden y la importancia que esto conlleva para la estabilidad y la prosperidad de la actividad económica. Sin embargo, este impuesto desestimula la compra de vivienda y eso no es algo que le sirva al sector, en especial en este momento”, advirtió.

Y agregó que “para la inmensa mayoría de los compradores que no pueden descontar ese impuesto, el 5 por ciento no parece mucho, pero sí representa un aumento importante en el costo, lo que hace menos atractiva a la vivienda nueva frente a la usada o ya terminada, que no tiene el gravamen”.

Leonardo Arango Jaramillo, director del Departamento Técnico de la firma de consultoría inmobiliaria Tinsa, coincide con Ciardelli: “En estos momentos de incertidumbre, donde los valores por metro cuadrado en los estratos 5 y 6 se han mantenido o no han crecido en la medida de lo esperado, aumentar o crear un impuesto a la compra de este tipo de inmuebles es frenar de alguna manera el proceso de compraventa”.

Al respecto, Arango indicó que Tinsa ha realizado estudios que revelan que “la incertidumbre inmobiliaria se extenderá hasta mediados del próximo año, cuando podremos evaluar –con cifras reales– el cobro de este impuesto”.

De todas formas, para el directivo las expectativas son altas y se supone que el 2018 será mucho mejor para las viviendas nuevas y usadas. “Sin embargo, insisto que estas pueden sufrir un revés, si al cliente en potencia se le cargan gravámenes que, en lugar de generar flujo en el negocio, ocasionan un estancamiento”, concluyó Arango.

Llevar a la notaría la escritura antes de que finalice el año, una solución

A pesar de la expectativa que ha generado el IVA del 5 por ciento para la compraventa de oferta residencial nueva de más de 854 millones de pesos, habría una forma de sobrellevar la situación y evitar el impacto. Según Luis Aurelio Díaz, gerente del Grupo Oikos, la solución está relacionada con el tiempo en el que se firme la promesa de compraventa. “Si esta o el encargo fiduciario se firman antes de terminar este año, el gravamen no afectaría el presupuesto destinado a la inversión”. El directivo recordó que si la persona ya lo hizo y la lleva a la notaría antes del próximo 31 de diciembre, puede escriturar a partir del otro año o en el 2019 y, de esta forma, “el impuesto no le aplicaría”, explicó.

GABRIEL E. FLÓREZ G.
Coordinador editorial vivienda
Twitter: @GabrielFlorezG

Obtenido de: El Tiempo