El desempleo en todo el país fue, en junio, del 10 por ciento, 0,9 puntos menos que un año atrás, pese a la desaceleración registrada por la economía y, particularmente, de la industria en los últimos meses.

Al mismo tiempo, los ocupados aumentaron 1,28 millones en ese periodo, hasta 21’022.000, no obstante que también se incrementó el número de personas que participa en el mercado laboral.
 

La tasa de desocupación en junio, que equivale a 2’343.000 colombianos, fue la más baja para ese mes desde el 2001, al igual que la tasa de participación fue la más alta para ese periodo desde hace 11 años, al llegar a 65,3 por ciento, explicó el subdirector del Dane, Christian Jaramillo.
 

El descenso en el desempleo, menos dinámico en las 13 áreas metropolitanas examinadas por la entidad, pasó de 11,8 a 11,3 por ciento; para el trimestre abril-junio permaneció en 11,5 por ciento, reflejando lo ocurrido en las cabeceras urbanas, donde apenas bajó 0,2 puntos, hasta un 11,7 por ciento.
 

Lo anterior significa que el peso de la reducción de la desocupación trimestral corrió por cuenta, principalmente, de la zona rural (6,4 por ciento de desempleo, 1,8 puntos menos que en igual periodo del 2011), en la que tuvo mucho que ver el aumento del empleo en las actividades constructora y agrícola.

En las 23 capitales donde el Dane le toma el pulso al mercado laboral, el desempleo bajó ligeramente (0,1 puntos), a 11,6 por ciento; en Medellín y Bucaramanga la desocupación sigue en alza: llegó a 13,3 y 10,9 por ciento, respectivamente.
 

Esta última ciudad salió del club que registraba un desempleo de un dígito.
 

Vale la pena destacar el hecho de que de las cuatro capitales con desempleo inferior a 10 por ciento, tres son de la Costa Atlántica: Barranquilla (8,6 por ciento) y Santa Marta y Cartagena (9,5 por ciento cada una).
 

En Bogotá fue de 9,7 por ciento. Quibdó, Popayán y Cúcuta se situaron en el otro extremo del listado.
 

El mayor incremento en la población ocupada se registró en la construcción (14,7 por ciento), en la que se observa una mejoría en obras públicas y en la edificación de vivienda popular, oficinas, bodegas, hoteles y centros comerciales.
 

A ese sector le siguió, con 8,2 por ciento, el de servicios comunales, sociales y personales, que básicamente son prestados por el Gobierno, cuya nómina mejoró una vez estabilizadas las administraciones que se posesionaron el primero de enero.
 

La ocupación en el Gobierno aumentó 7,1 por ciento entre abril y junio.
 

Menos dinamismo en trabajo por cuenta propia
 

En el segundo trimestre del año, los mayores crecimientos de los ocupados según su posición ocupacional se presentaron entre los trabajadores sin remuneración, particularmente en las zonas no urbanas por oficios en la agricultura (el café ha venido repuntando) y en la construcción y mejoramiento de la vivienda familiar, al igual que en servicio doméstico.
 

El incremento del renglón de los trabajadores por cuenta propia fue el penúltimo (antes de los jornaleros o peones, que cayó 7,8 por ciento), lo que puede obedecer a factores como una mayor formalización laboral privada y a que en el sector público cientos de contratistas han pasado a ser parte de las nóminas oficiales.
 

Hoy por ejemplo, el mismo Dane vinculará a la planta de personal más de 500 contratistas.

Tomado de: eltiempo.com