Exposición a sustancias químicas y residuos tóxicos, caídas de altura, derrumbes y lesiones por cargas pesadas son algunos de los riesgos que afrontan los niños que trabajan en la agricultura, la minería, la construcción, la manufactura y el trabajo doméstico (escuche audio).

De los 215 millones de niños que hoy trabajan en el mundo, 115 millones lo hacen en labores peligrosas como estas, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a propósito del Día Mundial contra el trabajo infantil, que se celebra mañana.
 

En el caso de Colombia, se estima que hay 1’050.147 niños trabajadores entre los 5 y 17 años. De ellos, 37,3 por ciento realizan labores agrícolas; 30,5 por ciento trabajan en el comercio; el 13,6 por ciento, en industria; el 7,8 por ciento en servicios; 6,9 por ciento, en transporte, almacenamiento y comunicaciones; 2,1 por ciento, en construcción; 1,2 por ciento, en actividades inmobiliarias y 0,5 por ciento, en minas y canteras. A este millón de niños trabajadores se suman 799.840 menores de edad que hacen oficios caseros por más de 15 horas a la semana.
 

“Un trabajo peligroso es aquel que puede afectar de manera negativa y a nivel físico, social o moral”, afirma Liliana Obregón, coordinadora del programa IPEC de la OIT en Colombia.
 

Según el Dane, 58,7 por ciento de los pequeños colombianos laboran 15 horas o más a la semana; 36,1 por ciento trabajan porque deben participar en la actividad económica de la familia; 30,3, para obtener su propio dinero; 12,5, para ayudar con los gastos de la casa; 9,1 por ciento, porque el trabajo lo forma y lo hace honrado, y 2,8, para alejarse de los vicios.
 

“El 17 por ciento de los niños trabajadores están en la pobreza extrema, y en el 83 por ciento restante vemos que la familia los utiliza para sostener el negocio familiar, más que por razones económicas”, agrega Melva Díaz, directora de protección laboral del Ministerio de la Protección Social.
 

En el 2009, según cifras del Dane, alrededor de 576.000 jóvenes entre 15 y 17 años trabajaban y solo 5.759 contaban con permiso de trabajo.
 

“Prácticamente todos estos jóvenes se encuentran vinculados en trabajos peligrosos, en condiciones de riesgo y de vulneración de los derechos que les establece la legislación”, explica Obregón.
 

La OIT les pidió a los gobiernos garantizar la educación de los niños y jóvenes que se encuentran por debajo de la edad mínima de admisión al empleo (15 años).
 

¿Y el estudio?
 

Requiere de metodologías flexibles
 

No obstante el aumento de la cobertura educativa, al cruzar los datos del Dane se observa que en el 2009 el 65 por ciento de los niños que trabajan asisten al colegio. Frente al tema, Melva Díaz, directora de protección laboral del Ministerio de la Protección Social, recalca que con el Ministerio de Educación ya se trabaja en la implementación de metodologías educativas flexibles que permitan culminar los estudios de básica y media.

Tomado de: Portafolio.co