La tasa de desempleo en Colombia viene disminuyendo desde finales de 2010, en un proceso de recuperación económica tras la crisis de 2008–2009.

La reciente desaceleración económica se ha reflejado en un menor ritmo de la merma de la tasa de desempleo, situación que era previsible a medida que el desempleo se acercaba a su nivel de largo plazo, concordante con la economía creciendo alrededor de su potencial.

Durante el 2012, la tasa de desempleo ha seguido cayendo y continúa dando señales favorables para la dinámica del consumo privado; sin embargo, detrás de la reducción en la tasa de desempleo, hay señales que evidencian un deterioro en la calidad del empleo y, en nuestra opinión, justifican que el Banco de la República mantenga su tasa de intervención en un nivel levemente expansivo durante la mayor parte de 2013.

Entre diciembre de 2011 y agosto de 2012, la tasa total de desempleo se ha ubicado, ininterrumpidamente, en los niveles más bajos desde que hay información (2001).

Aunque en 2012 se ha moderado el ritmo decreciente en la tasa de de-sempleo, su comportamiento ha sido mejor que el de la mayoría de indicadores de consumo de los hogares, que en el primer semestre del año registró una moderación ligeramente mayor que la que esperábamos inicialmente, motivando al banco central a reducir su tasa de intervención.

Los datos recientes de industria y comercio minorista también vienen indicando una buena dinámica en el ritmo de contratación laboral, a pesar de que estos sectores se están desacelerando, especialmente desde el segundo trimestre de este año.

La generación de empleo en industria y comercio durante 2012 es superior a la observada durante todo 2011, y actualmente se mantiene en niveles positivos.

Además, el crecimiento anual del empleo permanente ha sido superior al del empleo total (en ambos sectores), sugiriendo que los niveles de confianza empresarial siguen siendo positivos y que el consumo privado mantendrá buen impulso hacia finales de 2012 y comienzos del 2013.

La disminución del desempleo se ha dado en medio de un aumento de la Tasa Global de Participación (TGP), que mide el número de personas empleadas y en búsqueda activa de empleo (Población Económicamente Activa, PEA) como proporción de la Población en Edad de Trabajar (PET).

Las personas con edad para trabajar, que no tienen empleo y no lo están buscando, se consideran inactivas y no hacen parte de la PEA.

La TGP ha aumentado en los últimos 3 o 4 años (en parte por la recuperación de la crisis de 2008-2009) y desde 2011 ha venido ubicándose continuamente en los niveles más altos desde que hay información (2001).

Desde finales de 2011, la TGP total ha sido, en promedio, de 65%, superior al promedio de 61% registrado desde 2001.

Lo anterior sugiere que la Población Económicamente Inactiva (PEI) es cada vez más optimista respecto a sus posibilidades de obtener un empleo (formal o informal), por lo cual ha aumentado el número de personas que ingresan a la fuerza laboral (que pasan de la PEI a la PEA), principalmente de individuos que se dedicaban anteriormente a oficios del hogar (mujeres en su mayoría) o a estudiar.

La disminución del número de inactivos dedicados a oficios del hogar empezó a mediados de 2009 y se ha acentuado durante 2012, mientras que el número de inactivos dedicados a estudiar ha venido reduciéndose consistentemente desde comienzos de 2011.

Aunque ha aumentado el número de personas inactivas dedicadas a actividades distintas a estudiar o a oficios del hogar (pensionados, jubilados, entre otros), el total de inactivos viene cayendo desde comienzos de 2009, tendencia que se ha profundizado en 2012.

Lo anterior significa que se están generando nuevos empleos a un ritmo mayor que el de la gente que ingresa a la fuerza laboral.

Estos datos contrastan con la fase actual del ciclo económico.

Según nuestras estimaciones, la brecha del producto se cerró en el segundo semestre de 2011, y los datos del primer semestre de 2012 sugieren que la economía está creciendo muy cerca del potencial. Bajo este contexto, resulta muy positivo que la tasa de desempleo siga cayendo.

Sin embargo, este comportamiento está ocultando algunos detalles importantes, que sí son acordes con el proceso de desaceleración económica de 2012. Desde finales de 2011, las mejoras en el nivel de ocupación han estado asociadas a un aumento en el número de subempleados (empleados informales), mientras que la creación de empleo formal se ha desacelerado.

Aunque el total de ocupados ha aumentado en promedio 5% año /año (a/a), durante 2012, llegando en agosto a 20,8 millones de personas, el número de empleados formales ha crecido apenas 2,3% a/a, mientras que el número de subempleados ha aumentado 7,9% a/a, llegando a 10,5 millones de personas en agosto.

Además, durante 2012, el empleo calificado (con educación superior) en el sector informal ha aumentado, mientras que en el sector formal ha disminuido, sugiriendo que la población con mejores capacidades y preparación se está viendo obligada a entrar al sector informal, ante la dificultad de encontrar un empleo formal acorde con sus habilidades.

EL SUBEMPLEO JALONARÍALAS DECISIONES DEL BANCO CENTRAL

Detrás de la favorable tendencia de la tasa de desempleo, la desaceleración de la economía colombiana en 2012 se ha reflejado en un aumento del subempleo y una menor dinámica del empleo formal.

Bajo este contexto y con el fin de dar apoyo al deterioro ‘oculto’ del mercado laboral, ratificamos nuestra expectativa de que el Banco de la República mantendrá inalterada su tasa de interés de intervención en 4,75 por ciento (nivel que consideramos levemente expansivo) en lo que resta de este año 2012 y durante la mayor parte del próximo año, el 2013.

Tomado de: Portafolio.co