Un artículo publicado en la revista Finanzas & Desarrollo del FMI afirma que las nuevas ‘máquinas inteligentes’ están cambiando radicalmente la naturaleza del trabajo y reemplazando empleos en diferentes niveles. Así por ejemplo, los cajeros automáticos hacen la tarea de los cajeros y el software contable ha automatizado la labor de los contadores.

Los computadores pueden diagnosticar el cáncer de mama a través de radiografías y pronosticar las tasas de supervivencia tan bien como lo hace un radiólogo promedio.

Esta realidad no sería tan preocupante si se tiene en cuenta lo que dice el autor del artículo, James Bessen, profesor de derecho de la Universidad de Boston: la tecnología desplaza a los trabajadores a otras tareas, mas no los reemplaza totalmente.

Sin embargo, advierte sobre otra verdad: los trabajadores podrían sufrir el estancamiento de sus salarios. Además los empleadores comienzan a tener dificultades para contratar trabajadores con la calificación técnica necesaria. El asunto es que la tecnología crea oportunidades, pero también exigencias, dice el profesor Bessen.

Su conclusión es que no hay que temer al desempleo tecnológico, sino al estancamiento del salario para el trabajador común y a la escasez de empleados calificados. No hay razón para desesperarse por el ‘fin del trabajo’, pues ahora el reto está en centrarse en políticas que ayuden a gran número de trabajadores a adquirir el conocimiento y las habilidades necesarias para laborar con la nueva tecnología, dice.

tomado de:https://www.semana.com/economia/articulo/fin-del-trabajo/422866-3