Las empresas están en plena construcción de su presupuesto del próximo año y un referente que cobra importancia por estos días son las proyecciones del aumento del salario mínimo para sus trabajadores.

El comportamiento de la economía, el costo de vida y la productividad ha sido muy similar al del año pasado, por lo que las primeras apuestas sobre el tema parten de la propuesta que hicieron los empresarios en 2012, la cual se ubicó en 3,5 por ciento.

“La situación aparentemente es buena, pero es por el comportamiento de la locomotora minero-energética y la recuperación de la cosecha cafetera, pero hay muchos interrogantes en los demás renglones de la economía, entonces no podemos esperar aumentos significativos en el salario mínimo para el próximo año. Es más, yo creo que la oferta de los empresarios será similar a la de este año que fue 3,5 por ciento”, afirmó el presidente de Asopartes, Tulio Zuloaga.

La proyección de los empresarios parte de la base de que el costo de vida (inflación) se ubicó a septiembre en 2,16 por ciento, uno de los niveles más bajos de los últimos 60 años. Además, que a pesar de la ayuda que les brindó la reforma tributaria con menores costos a la nómina, hay incertidumbre sobre el ritmo de sectores como la industria.

Otro de los factores que tendrán en cuenta los empleadores a la hora de discutir el aumento será que las protestas sociales de los diversos sectores afectaron el transporte de insumos y mercancías, lo cual impactó su productividad.

Rafael Mejía, presidente del Consejo Gremial Nacional y de la Sociedad de Agricultores de Colombia, prefirió guardar silencio sobre el tema y solo aseguró que “hasta ahorita establecimos el calendario de las reuniones para empezar a hablar en diciembre, así que solo vamos a discutir de este tema cuando arranque en forma la discusión”.

Trabajadores son optimistas
El buen comportamiento de la economía, que en el segundo trimestre creció 4,2 por ciento y la proyección del Gobierno de que cierre el año en 4,5 por ciento, motiva a los trabajadores sobre un aumento del salario mínimo por encima del 4,02 por ciento que fijó el Gobierno por decreto para 2013.

Una de las razones de este optimismo es que ya no están los coletazos de la crisis griega y española. Además, lo que está pasando con Estados Unidos es coyuntural.

“Aunque el año pasado no logramos un consenso y los empresarios se opusieron, se demostró que el aumento del salario mínimo es el que soportó el crecimiento de la economía, pues el consumo pesa el 65 por ciento del PIB y sigue a buen ritmo”, señaló William Millán, primer vicepresidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y miembro de la mesa de concertación laboral. 

Los sindicatos también destacan que los mitos laborales juegan a su favor. El aumento de 4 por ciento en este año no generó alzas en el costo de vida y tampoco afectó la creación de empleos, pues la tasa de desempleo sigue bajando.

“Nosotros no les creemos a las cifras del Dane, pero son las únicas que hay y si bajan muestra que hay espacio para aumentos de los salarios por encima del cuatro por ciento”, agregó Millán.

El impacto de la tributaria 
Además del costo de vida y el crecimiento de la economía, la productividad es clave para definir el salario mínimo. En este punto todas las miradas se centran en los efectos de la reforma tributaria.

Por un lado está la reducción de los parafiscales a la nómina y por el otro está la disminución de los aportes en salud que empezarán a regir a partir del próximo año.

El investigador del CID de la Universidad Nacional, Stalin Rojas, afirmó al respecto que “las empresas ya implementaron las rebajas de los parafiscales, por lo que creo que su propuesta estaría entre 3,5 y 4 por ciento. El impacto se verá en un aumento de la productividad en el consolidado de este año y en el siguiente”.

La productividad laboral para el año 2011 fue estimada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en 1,0 por ciento y para 2012, dicho indicador observó una reducción y se localizó en 0,71 por ciento.

Esta discusión apenas comienza, pero no se esperan cambios significativos entre las partes. Por ser un año electoral, todo indica que el incremento estaría por encima de 4 por ciento, pues el Gobierno se inclinaría por favorecer más a los trabajadores.

tomado de:elcolombiano.com