En medio del debate de la valorización y el pago de prediales, Catastro Bogotá informó que los 2’326.969 de la ciudad tiene un valor catastral de 330 billones de pesos, y como la norma indica, el valor catastral de un predio no puede exceder el 70 por ciento de su valor comercial, entonces, el valor de los predios de Bogotá es de 471 billones de pesos en 2012, que sería más o menos proporcional al 70 por ciento del PIB nacional.

El dato es impresionante, pero pone a reflexionar a más de uno. Según este dato y lo que se puede apreciar en el informe anual de Catastro, el valor catastral de la ciudad creció un 19,2 por ciento entre el 2012 y el 2013, con un crecimiento de predios de ajustados del 3 por ciento, es decir, que cada predio tuvo un crecimiento promedio cercano al 15 por ciento en dicho valor, dato que parece imposible.
 

Personalmente, mi predio fue ajustado, con la casualidad que lo compré el año pasado y fue avaluado por un banco para el proceso de crédito hipotecario, y la diferencia es increíble: el apartamento se compró por el 92 por ciento del avalúo del banco y muy cercano al avalúo catastral.

Este año se nos informó que fuimos sujetos de ajuste de avalúo, y el nuevo valor catastral era 42 por ciento superior al anterior; así, si el avalúo del banco era de 100, y mi compra fue por 92, con un valor catastral de 87, ahora el valor catastral del inmueble sería de 121 y su valor comercial podría ser de 174, causando una valoración del inmueble de casi el 100 por ciento en un año. Quizá el avalúo estaba desactualizado como dice el distrito, pero el ejercicio del banco muestra que el valor no era incorrecto. Queda la duda de cuantos casos son similares al mío.
 

No parece posible que la ciudad haya aumentado su valor comercial en un 15 por ciento en solo un año, pero sí hay casos de aumentos de valor del 100 por ciento en un año sería justificable. La evidencia muestra que debe haber algún error u omisión en el proceso, o bien la metodología de actualización catastral está seriamente equivocada.
 

El impacto de este proceso es enorme, porque convierte muchos bienes en patrimonios de difícil venta y hace que las personas deban pagar más impuestos, y que los activos bancarios que soportan los créditos hipotecarios quedan sobrevalorados, situación que pone al sector inmobiliario y bancario en un problema de asimetría de información.
 

¿Qué hacer? Yo me quejare formalmente del tema y espero que me justifiquen técnicamente la valoración de mi predio, y si demuestro que hay un error, exigiré la debida rectificación; más eso me pondría a pensar que muchas otras valoraciones están mal hechas, y que el debate que hoy se da en la ciudad está mal fundamentado y las autoridades económicas de la ciudad están causando un serio problema económico, más allá del cobro de la valorización o no, más allá si el alcalde es Petro o no, más allá de izquierdas y derechas, porque en el fondo significa que hay un error técnico enorme que afecta a todos y limita a todos.

Tomado de:portafolio.co