Colombia es el segundo país con más personas de raza negra en Latinoamérica, quienes representan el grupo étnico predominante después de los mestizos. Sin embargo, para esta población persisten algunas diferencias en calidad de vida, nivel educativo, oportunidades de empleo, poder adquisitivo e índices de pobreza, según estudios del Observatorio de Discriminación Racial (ODR), el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), la Escuela Nacional Sindical (ENS) y expertos como Fernando Urrea Giraldo y Carlos Viáfara.

Sandra Muñoz, responsable de inclusión laboral de la ENS, explica que la situación laboral de los afrocolombianos no ha cambiado, porque si bien existen algunas normas en pro de la equidad, las políticas públicas no respaldan un ejercicio efectivo de los derechos, desde el punto de vista local y nacional.
 

Hoy en día, el marco regulatorio colombiano incluye ciertas disposiciones para administrar mecanismos de protección a la población afrodescendiente. No obstante está creándose un proyecto de ley sobre igualdad de oportunidades y no discriminación, para establecer medidas de alta acción e impacto y fijar cuotas de participación laboral, educativa, ciudadana y política.
 

"Estamos reclamando programas especiales de acceso para que los empleadores y gremios promuevan la inclusión y diversidad racial en sus convocatorias y empleos, aún más en cargos de atención y ejecutivos", manifiesta Juan de Dios Mosquera, director del Movimiento Nacional Cimarrón, una organización fundada hace 31 años para apoyar a la población afrocolombiana.
 

Del lado del Gobierno, el Ministerio de Trabajo implementa un programa de protección e inclusión, con el objetivo de fortalecer el acceso a salud, pensiones, riesgos laborales y cajas de compensación, respetando la cultura, idiosincrasia y saberes de estos pueblos, indica Eduardo Bejarano, director de Derechos Fundamentales de la entidad.
 

Ocupación e ingresos
 

Según cifras del Dane, los empleados afrocolombianos están concentrados en niveles ocupacionales menores y reciben una remuneración equivalente al 71 % de la que devengan los mestizos. En un estudio realizado en Cali, el Ministerio de Trabajo explica que esta población se desempeña principalmente en los sectores de comercio, restaurantes y hoteles, agricultura, salud y educación.
 

De otra parte, el Informe de Derechos Humanos de ODR señala que en todos los niveles ocupacionales se presenta una brecha entre las funciones que realizan un afrocolombiano y un mestizo. No obstante, la mayor diferencia está en los trabajadores calificados (gerentes y profesionales), porque representan solo el 2,2 %.
 

"La comunidad busca verdaderas políticas de inserción laboral, que les permitan concursar en condiciones de iguales y acceder a empleos y programas de formación por sus cualidades y no por su color de piel. También demandan más proyectos para incentivar la contratación de afrocolombianos", concluye Sandra Muñoz de la ENS.
 

Para la especialista en inclusión, tal panorama incide en bajos niveles de ingresos e insatisfacción de necesidades básicas para esta población, que se ve obligada a trabajar con mayor inestabilidad en empleos informales o mediante contratos precarios y salarios por debajo del mínimo legal.

Tomado de:elempleo.com